Capítulo 8: El limbo de las relaciones interpersonales

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-¿Que hiciste que?- preguntó T/n atragantandose con su jugo de naranja.

La sorpresa y el grito que acababa de lanzar la hicieron toser; las personas en las mesas que estaban a su alrededor se quedaron mirándola como si estuviera loca, Yeonjun también, pero no le importaba. Cosas peores estaban sucediendo. Pusó un vaso sobre la mesa y miró al hombre sentado frente a ella: su jefe.

Él le paso una servilleta para que intentará contener el jugo que amenazaba con salir de su nariz, así la hizo. Cuando al fin se calmó, volvió a repetir la pregunta.

-¿Que hiciste que?- susurró.

-Cancele mi boda con Miranda- explicó él, como si no fuera gran cosa.

-Pero... ¿Por qué?- inquirió confundida.

Yeonjun la miró como si hubiera enloquecido. Pero nadie había enloquecido más que él, ¿Por qué había hecho aquello?

-Disculpame si consideras que he hecho una estupidez- el sarcasmo tiño  su voz- Pensé que no sería justo estar planeando mi boda con otra mujer mientras tú estás lidiando con todo esto- dijo ácido.

-Pero... Es que...

No sabía que decir, pero por alguna estúpida razón, no le gustaba el hecho de que Yeonjun hubiera terminado su noviazgo con Miranda.

-Tampoco es que hayamos terminado definitivamente, solo hemos canselado la boda por el momento- continuó Yeonjun, como si hubiera leído sus pensamientos.

-¿Y Miranda...?- hizo una pausa para formular su pregunta correctamente-¿... Ella sabe por qué hiciste eso?

-Si te refieres a saber que te embarace, no lo sabe. Pero sabe que alguna mujer está esperando un hijo mío y es solo cuestión de tiempo para que ella y todos los demás se enteren de que eres tú.

Con esas palabras no había logrado tranquilizarla ni animarla, si era eso lo que pretendía. Más bien un nudo se había apoderado de su garganta, impidiéndole continuar tomando su jugo.

-Y me imagino que nadie en tu familia lo sabe- agregó.

-Mi hermano lo sabe.

-¿Tu hermano?- inquirió confundido.

-Bueno... Él... Digamos que no es fácil ocultarle cosas. Él y Sandra son los únicos a los que le he contado.

-¿Sandra? ¿Sandra Wilmore?

-Si, ella. Estaba conmigo cuando lo supe- musitó.

Por un momento pudo notar algo de incomodidad en su actitud, como si no estuviera muy seguro de como continuar. Eso era algo que no sucedía muy a menudo, Yeonjun era de las personas que siempre sabía que y cuando hablar, si su intensión era ofender se le daba mucho mejor.

-¿Cómo vas con todo eso?- preguntó lentamente- Quiero decir, ¿Has ido al médico? ¿Va todo bien?

-Eso creo. La verdad es que debi ir a ver al doctor hace dos días, pero tengo algo de miedo.

Hacia un gran esfuerzo para no ser molesta o irónica con él. Agradecía el interés porque, si era sincera, había esperado mucho menos. La idea de que Yeonjun quisiera hablar con ella o se mostrará preocupado por su bienestar no había pasado por su cabeza ni una vez. Tal vez lo había juzgado algo mal, después de todo.

Sin que ella supiera exactamente cuando sucedió, las manos de Yeonjun cubrieron las suyas, que en aquel momento jugaban con las bolsitas de azúcar, sus ojos se abrieron de golpe y lo miro fijamente. No había forma de ocultar su sorpresa.

Yeonjun la estaba tocando. La tocaba y no era un error o una coincidencia, no estaba borracho ni se había confundido... La estaba tocando porque lo había decidido y aquella era la cosa más extraña que la había sucedido en su corta vida.

Y Ahora ¿Que Hago? (Yeonjun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora