Capitulo 31: Puedes llamarme abuela.

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A las 6:20 de la noche, T/n estaba lista y se miraba al espejo. Estaba bastante decente, aunque eso no hacía que se sintiera menos nerviosa. Tampoco evitaba que se mirara una y otra vez y se preguntara si había elegido bien.

No podía evitar el deseo de dar una buena impresión a los padres de Yeonjun así que se había puesto un bonito pantalón color carne que en el pasado había odiado pero que, en aquel momento era perfecto puesto que hacía un estupendo trabajo ocultando discretamente su incipiente panza, la familia de Yeonjun sabía que estaba embarazada, pero por alguna razón ella prefería que no notarán cuan embarazada estaba.

Había dedicado especial atención a su maquillaje, porque quería parecer menos... Niña y el resultado había sido bueno. Por primera vez podía decir con seguridad que le gustaba como lucía.

Había escuchado varias veces los pasos de Yeonjun en el pasillo. Sabía que él estaba esperándola, pero las cosas se habían puesto un poco incomodas entre ambos tras la conversación que habían tenido esa misma tarde.

Ella debía admitir que parte de la culpa era suya, se había quedado totalmente sin palabras tras escucharlo y seguía estándolo.

Porque, ¡Vamos! ¿Quién no se quedaría sin palabras si escuchaba a Yeonjun decir algo medianamente dulce? Ella había agradecido que él no estuviera esperando una respuesta de su parte porque ella tampoco había sabido que decir. Gracias a dios no había tenido que volver a verlo el resto del día, pero ya no podía seguir postergándolo, por mucho que quisiera.

No iba a negar que sentía deseos de meterme bajo la cama y ocultarse hasta la mañana, pero se armó de valor y salió de la habitación. Mientras más rápido lo resolviera mas rápido terminaría, fuera bueno o malo.

Encontró a Yeonjun en el salón. Él también parecía estar bastante nervioso y a ella la calmó un poco saber que no era la única que temblaba.

-¿Listo?- le preguntó cuando estuvo de pie frente a él. La mirada de aprobación que Yeonjun le lanzó la hizo sentirse menos ansiosa con relación a su aspecto- ¿Nos vamos?

-Por supuesto- dijo haciéndose a un lado para permitirle pasar- Te ves bien.

-Gracias- contestó con una sonrisa incomoda- También tú.

Aquella noche Yeonjun lucía particularmente serio, pero por alguna razón eso también lo hacía verse sexy. Tal vez eran sus hormonas enloquecidas las que le daban esa idea, pero por primera vez ella no intentó apartarlas.

Salieron de la casa en silencio y en ese mismo silencio abordaron el auto, T/n nerviosa y él visiblemente estresado. El perfume de Yeonjun inundó el reducido espacio así que aquel olor fue suficiente para distraer a T/n por los escasos quince minutos que tardó el viaje.

Cuando Yeonjun aparcó frente a un hermosa y enorme casa, ella sintió como los nervios que se habían calmado un poco volvían a enloquecer.

-Escucha, T/n- habló Yeonjun cuando se detuvieron- Se que estás algo nerviosa esta noche, solo respira. Todo va a estar bien- afirmó y T/n se sorprendió al notar que estaba acariciando su mano izquierda- Si en algún momento te sientes incómoda solo dímelo y nos marcharemos, ¿De acuerdo?

Ella asintió, porque en aquel justo momento tenía un gran nudo en la garganta. Salió del auto junto a Yeonjun y respiró profundo intentando calmarse. Ambos caminaron hacia la puerta y tan rápido con Yeonjun tocó el timbre está se abrió y apareció una mujer de unos 80 años que les sonrió ampliamente.

-Yeonjun cielo, ya estás aquí- dijo la señora, mientras T/n contenía la risa al ver cómo apretaba una de sus mejillas- Ya no me visitas.

-He estado ocupado, abuela.

Y Ahora ¿Que Hago? (Yeonjun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora