Cap 40: Señorita silicona

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Aquella pregunta llevaba toda la semana en su cabeza. Había esperado que mágicamente apareciera un momento indicado para hacerla, pero era evidente que ese momento no existí así que cuando ya no pudo contenerse mas solo la soltó.

Durante los días que había estado pensando en ello había creado varias hipótesis ramificada. Según su análisis, Beatrice debería ser algún familiar o amigo muy cercano; una prima, una tía, incluso una hermana que evidentemente había muerto. Aunque podía estar desaparecida o secuestrada o perdida en cualquier lugar en el mundo. El punto era que había algo en el rostro en el rostro de Erin Choi al decir esas palabras que se había quedado dando vueltas en su cabeza, tenía mucha curiosidad saber quien era esa Beatrice y porque le hubiera gustado ver el hombre en que Yeonjun se había convertido. 

Naturalmente se había preparado para el hecho de que Yeonjun se sintiera algo incómodo al contestar en el caso de que su hipótesis fuera cierta, pero no había previsto aquella tensión, lo cual de manera indirecta provocaba mas curiosidad en ella.

-Si te contesto esa pregunta no se va a quedar en una sola- señaló- Esa respuesta llevará a otra pregunta y esa a otra y a otra...

-¿Si sabes que me siento mas intrigada si dices cosas como esas?

-Lo sé- admitió- Igual no importa que tan intrigada estés, es algo de lo que debemos de hablar de todas formas.

T/n pensó que, aunque dijera aquello no lucía muy entusiasmado con la idea de hablarle sobre el tema, fuera lo que fuera.

Él la miró a los ojos un momento, parecía como si estuviera librando una batalla en su interior. Como si buscara las palabras correctas y por un segundo T/n temió que fuera peor de lo que ella pudiera soportar, como una prima a la que Yeonjun había asesinado por accidente mientras jugaba a las escondidas o algo así. Él respondió profundo antes de hablar.

-Era mi madre- dijo entre dientes en un tono tan bajo que por algunos momentos T/n pensó que había escuchado mal.

-¿Perdón? ¿Qué dijiste?

-Era mi madre, Beatrice-repitió.

-Pero tu madre...

-¿Ya entiendes lo que te dije de una pregunta tras otra?

-Buenos, es que es bastante confuso- se quejó, ¿Su madre? ¿¡Su madre!? ¿Y quien era entonces Erin Choi?- Yo pensé que seria una hermana o cualquier otro familiar, pero no tu madre, sobre todo porque ya tienes una.

-Eran hermanas... Quiero decir, Beatrice era la hermana de mi madre.

A T/n no le pasó por alto el hecho de que llamó mamá a la equivocada. Pero el poco sentido común que tenía le dijo que quizá no era el momento adecuado para corregirlo y por primera vez en casi 19 años, decidió seguirlo.

-¿Puedes... Quieres contarme que paso con ella?- preguntó cautelosa.

-Murió cuando yo tenía seis años- dijo- Iba en un avión rumbo s Turquía y calló en medio del pacífico.

-¡Oh! Lo siento, Debió ser horrible- exclamó consternada.

-No tanto como imaginas, no nos veíamos con frecuencia. Era un artista- dijo con desdén- Prácticamente nunca fuimos madre e hijo.

-¿Y tu padre? ¿También estaba en la nave?

-Solo Dios sabe donde esta mi padre quien quiera que sea. Ella nunca lo supo, así que tampoco me enteré- hizo una mueca- Según la historia de mi madre era la pequeña rebelde de la familia, no era su culpa no poder sentir amor hacia algo que no fuera un violín así que me pase los primeros seis años de mi vida con la abuela mientras ella daba vueltas por el mundo. Cuando murió, mi madre, Erin, hizo los trámites para la adopción. Ella se empeña en contarme cosas bonitas y divertidas de su hermana y yo finjo que le creo, pero en mi interior sé lo que único que le debo a Beatrice Stewart es la vida. Dos veces.

Y Ahora ¿Que Hago? (Yeonjun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora