Haciendo dedo

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Elegí una Escuela Granja, a escasos 20 km de la ciudad.
Tomaba un ómnibus muy pintoresco donde todos se conocían, hablaban a los gritos, se reían y se contaban historias, de tal manera que yo iba conociendo a las familias de mis alumnos. También iban gallinas, perros y gatos.
Un día de quermesse, la directora, otra maestra y yo, salimos poco antes de las 22 hs. para tomar el último bus del día, pero como no pasaba, decidimos "hacer dedo". Nos levantó un camión lechero que iba recogiendo la leche de los tambos de la zona. No bien empezamos a marchar, nos pasó la CITA, que venía atrasada.
La directora se sentó justo frente a la palanca de cambio, y cada vez que el camionero hacía un cambio, la rozaba. Fue un viaje largo de más de dos horas, de risas ahogadas y miradas furtivas.
Cuando llegamos a Florida, un hijo y dos maridos furiosos, lograron borrar nuestras sonrisas.  No hubo divorcios, pero casi.

ilargiluna
6/2022

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