Leona enjaulada

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La luz de la luna se filtró por la ventana y dio de lleno en mi rostro. 
-Mmm… Esta es la hora que me gusta, pensé mientras me desperezaba.
Mis ojos brillan en la oscuridad, así que salí sigilosa de mi cama, sin hacer ruido.
El silencio y la oscuridad me rodean, son mis aliados.
Me acerco a la ventana pero está cerrada, al igual que la puerta.
-¡Mierda!, vocifero por lo bajo. ¡Necesito salir!
Como leona enjaulada recorro todas las aberturas de la casa, mas todas están trancadas.
Siento un olor conocido que viene desde el exterior. Su dueño me espera. 
Rasco las puertas y las ventanas, desesperada. Recorro la casa otra vez y ahí descubro la banderola del baño, abierta.
Trepo, me resbalo en las cerámicas, caigo pero lo vuelvo a intentar. Vuelvo a caer, estrepitosamente ahora.
Se enciende la luz del dormitorio y aparece mi guardián.
-¿Otra vez jugando a escapar? Ruge si quieres, pero duermes conmigo.

ilargiluna
20/6/2022


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