Soy tu gata

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Desperté temprano sintiéndome más liviana y flexible. Hice mi rutina de ejercicios en la cama y al levantarme salté y quedé en cuatro patas.
Ni siquiera miré las pantuflas y eso que no me agrada andar descalza. 
Algo no está bien.
Me acerqué al espejo y lo que vi me hizo gritar, o más bien maullar, estrepitosamente. Se me erizaron todos los pelos.
Al caer al suelo, me acerqué más al espejo y me estudié. Era una lindísima gata de color dorado y con los más bellos ojos amarillos. Siempre deseé tener ese color de ojos.
-¡Vaya! No es tan malo, después de todo, pensé. Ahora puedo hacer lo que quiera, sin dar explicaciones a nadie porque los gatos no hablan. 
¡Miles de ideas se me cruzaron por la mente! Puse en marcha la primera. Fui al living, pavoneándome provocadora y con la cola en alto, me abrieron la puerta y me echaron sin miramientos.
Ya libre  y como gata chica que no conoce el peligro, me fui a tu refugio. 

ilargiluna
21/6/2022

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