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El ruido que hizo mi bolso al caer al suelo no les despertó, pero Leanne se removió

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El ruido que hizo mi bolso al caer al suelo no les despertó, pero Leanne se removió. Se acurrucó un poco más, apretándose contra Jungkook. Verlo fue como recibir un puñetazo en el estómago.

No podía creer lo que estaba viendo.

Por enésima vez esas últimas veinticuatro horas, me quedé completamente anonadada y a mi cerebro le costó procesar lo que estaba pasando.
Abrí la boca pero una sensación de vacío me impidió hablar mientras los miraba. Entonces miré la mesa, donde estaba el teléfono de Jungkook. No había contestado a mis mensajes ni a mis llamadas y yo había creído que era porque estaba con Samuel. Y estaba allí, en casa, pero no con Samuel. Aquella sensación de haber recibido un puñetazo en el estómago se hizo más fuerte.

Me acordé de lo que había dicho el chico de la puerta. Arriba está un poco abarrotado. Ahora sabía lo que había querido decir. Dios mío. El dolor se encendió en mi pecho, un dolor concreto, real. Como si se me hubiera desgarrado el pecho.

Por horrible que parezca, en ese momento no pensé en Liam. Pensé en el rato que había pasado con Jungkook antes de marcharnos de la casa. En cómo me había abrazado. En cómo me había besado y tocado. En lo que me había confesado.

Y ahora allí estaba, con ella, durmiendo los dos juntos.

Tenía que salir de allí.

Recogí mi bolso y di media vuelta. Bajé las escaleras sobresaltándome cada vez que crujía la madera del suelo. Tenía que salir de allí antes de que se despertara Jungkook porque... porque no podía enfrentarme a aquello en ese momento.

Cerré la puerta de abajo sin hacer ruido, concentrada en marcharme cuanto antes. Pero ¿y luego qué? No lo sabía. No podía irme a casa. Todavía no. No sabía qué iba a hacer. Estaba a mitad del pasillo cuando se abrió una puerta.

Salió Samuel pasándose una mano por el pelo. Se sobresaltó al verme.

-Hola -dijo con voz ronca, y bajó la mano-. No sabía que estabas aquí.

Miré hacia atrás y luego fijé la mirada en él, intentando dominar el torbellino de emociones que se agitaba dentro de mí.

-Yo... eh... me he pasado a ver a Jungkook y... y a ti. Siento muchísimo lo de... Liam.

-Yo también. -Cerró un instante los ojos enrojecidos-. ¿Sabes qué es lo peor de todo? Que no... que no me sorprende, ¿sabes? Incluso después de lo que le pasó a nuestro primo, no me sorprende. Él quería cambiar, iba a trabajar conmigo, pero... pero era demasiado tarde. Se mezcló con gente a la que no se le puede tocar las narices. Yo pensaba que... Ni siquiera sé qué pensaba.

No supe qué decir, ni creía que pudiera decir nada.

-Liam... -Samuel dejó caer los hombros-. No se merecía esto. Me da igual cuánto dinero les debiera.

-No -susurré, y pensé en aquel día en el garaje y en lo que le había dicho Jungkook a Liam.

Vas a conseguir que te maten. Dios mío, qué razón tenía.

Dear Silence ▹ jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora