20. Confesiones

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Él día había pasado muy largo. Aún no había salido de mi habitación y esta vez había sido Hange la que me había traído la comida. Estaba un poco decepcionado, no sé, creo que esperaba que viniera t/n ahora que estaba despierta. 

Unos golpes en la puerta interrumpieron mis pensamientos. 

-Pase-

Vi a una t/n tímida y sonriente.

-Buenas noches capitán-

-T/n, ¿qué hora es?-

-Las diez señor-

-¿Ya es tan tarde? No me había dado cuenta- dije recogiendo los papeles de mi escritorio. 

Estaba encerrado pero seguía teniendo que hacer mis labores como capitán y presentar varios informes. 

-Capitán, quería proponerle algo para la cena de hoy-

-¿Proponerme algo?- la miré extrañado.

-Si, verá me gustaría ayudarlo a salir poco a poco de esta habitación-

-Aún no me apetece, t/n..

-No me ha dejado acabar- se cruzó de brazos e hizo un puchero molesta.

Estaba adorable. 


-Perdón- me acerqué a ella- te escucho 

Su expresión cambió totalmente por otra llena de ilusión. 

-He pensado que esta noche podría cenar fuera de esta habitación. Así que si acepta tengo casi todas las cosas preparadas fuera- dijo con una sonrisa

-No se...

-Si de verdad no quiere, puedo traerlas y esperar cuando esté un poco mejor- sonrió pero esta vez triste

Estaba ilusionada y tenía buenas intenciones. Había preparado algo para ayudarme a salir de mi encierro y yo no era quien para rechazárselo. 

-De acuerdo

-¿SI?- gritó y se tapó la boca- se me olvidaba que ya es tarde- rio

Me acerqué, la puse la mano en la cabeza y la alboroté el pelo. 

Ella me miró ante tal acto. Supongo que al ser la primera vez que lo hacía se había sorprendido pero rápidamente sonrió y me cogió la mano. 

-Vamos, tengo todo preparado, ya verá-

Salimos de la habitación y subimos varias escaleras hacia la azotea. 

Era una noche clara, donde la luna alumbraba todo el lugar. Allí en el suelo se encontraba preparada y tapada mi comida y unas mantas. 

-¿A que sienta bien respirar aire fresco después de tantos días?- 

-Tsk, ¿te estas metiendo con el aire reciclado de mi habitación?-

Ella me miró sorprendida. 

-¿Qué pasa?-

-Acaba de hacer una broma-

-Si...¿no es lo que hacen los amigos?- me crucé de brazos lo que produjo que ella se riera

-No se enfade capitán, es solo que no estoy acostumbrada. Pero me gusta que diga eso-


Nos sentamos y ella se tapó con una manta. 

-En realidad no me gusta encerrarme- dije comenzando a comer

-¿Y porqué lo hace?

-No me gusta que me vean así-

-¿Triste?-  preguntó atenta

-Sí...-

-Capitán si después de perder a su escuadrón no estuviera triste sería lo raro, créame-

-Siento que es mi culpa, sus muertes. -

-No podía hacer nada contra esa titán. Ni usted, ni yo. -

-Podría haber hecho más, pero debía proteger a Eren y me centré en eso. -

-Usted sabe que para que un plan salga bien muchas veces tiene que haber sacrificios. Pero le prometo que no han muerto en vano. Conseguiremos liberar la humanidad- hundió su cabeza en la manta

Dejé el plato a un lado y me coloqué también la manta. 

-¿Piensas mucho en él?-

-Todos los días capitán- comenzaron a cristalizarse sus ojos

Dudé un poco pero decidí pasarle mi brazo por su espalda acercándola a mi y dándola un abrazo. 

-T/n-

-Si capitán-

-Puedes decirme Levi, si quieres-

Se separó de mi y me miró sorprendida.

-Me gustaría que cuando esté siendo tu capitán me llames como tal, pero cuando sea tu amigo me llames como quieras- me sonrió 

-Claro.. Levi- se rio- suena raro aún-

Estuvimos un rato mirando al cielo estrellado. No necesitábamos muchas veces hablar para estar cómodos, eso me gustaba de ella. Hacía que todo pareciera muy fácil. 

 -Hoy te he visto con Jean- dije sin mirarla 

-¿Por la ventana?-

-Si-

-Nos estábamos actualizando- me sonrió

-¿Es tu novio?-

-¿¡QUÉ?! No, no- rio nerviosa y yo la miré de reojo- somos amigos. Buenos amigos, como hermanos-

-No hace falta que me hables de estas cosas , entiendo que debe ser violento aún- la miré

-No, si no es eso. De verdad que le siento como un miembro de mi familia. No podría- 

-Entiendo-

No se porqué me sentía aliviado. Como si un peso se hubiese desvanecido. 

-¿Y usted?-

-¿Yo?-

-Si, si alguien ocupa su corazón- miró para otro lado 

Pensé la respuesta por un momento. 

-Nunca me he permitido sentir esas cosas. -

-¿Consigue controlarlo?- dijo sorprendida 

-De cierta manera si, pero tampoco se me ha presentado claro ese sentimiento- la miré

-Ya somos dos- 

-No se si quiero tampoco sentirlo- agaché un poco la cabeza

-¿Por lo que me dijo ayer?-

-Si duele la perdida de un amigo, no quiero imaginarme la de una pareja- 

-Le entiendo, pero pienso justamente al revés. Si te sientes bien teniendo un amigo imagínate una pareja- la miré extrañado

-Nunca lo había pensado así- dije

-A mi si me gustaría formar una familia. Formar un hogar, donde pase lo que pase te sientas cómodo, protegido. Que pese al día que tengas sepas que vas a poder desahogarte y te van a apoyar-

La miré, la estaban brillando los ojos mientras lo decía. Se dio cuenta que la observaba y sus mejillas tornaron un poco rosadas.

-Perdón me emocioné demasiado- rio

-Me parece un final bonito. Deseo que lo consigas hacer realidad t/n-






No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora