63. ¿La quieres?

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Tras un largo camino finalmente llegamos a nuestro cuartel. Comenzamos a atar los caballos cuando Levi me llamó y le seguí. 

Al entrar en el cuartel vi que iba a los pasillos de la cocina pero no llegué a alcanzar en que habitación se había metido exactamente. 

-¿Levi?- 

Le llamé pero no obtuve respuesta. 

-¿Lev..?-dije abriendo una de las puertas cerradas

Unas manos me interrumpieron agarrándome de la cintura por detrás. Al principio me asusté pero él rápidamente me abrazó y hundió su cabeza en mi cuello dándome pequeños besos. 

-¿Quieres matarme del susto?- dije haciéndome la molesta

-No, pero es divertido asustarte- 

-JA ..JA ...JAA...- me crucé de brazos 

Él seguía abrazándome por detrás y pude notar como sonrió pegado a mi cuello. 

-¿Estas enfadada conmigo?- 

-Puede....-

Levi siguió dándome besos en el cuello.

-¿Y ahora?- 

Yo simplemente me reí y no le contesté. Él volvió a mi cuello pero esta vez los besos eran mucho más lentos y pausados provocando que mi piel se erizase y soltase un suspiro. Su mano comenzó a recorrer mi torso hasta llegar a mi pecho y con un ligero movimiento comenzó a masajearme la zona. Sentí calor. Sus besos se transformaron en suaves caricias con su lengua hasta llegar a mi oreja. 

-¿Me perdonas, t/n?- dijo casi en un susurro 

Me giré soltándome de su agarre y le besé. Era increíble como con sólo estar cerca de mí, mi cuerpo le necesitaba. 


-Levi- dijo una voz detrás nuestra 

Mierda.

Me alejé de él esperando que desde la perspectiva de donde provenía la voz no se hubiese podido apreciar el beso. Estaba muriéndome de la vergüenza. 

Levi se giró serio, casi enfadado. Y yo ladee un poco la cabeza para ver de quién se trataba. 

-¿Erwin?- 

-Siento interrumpiros pero te necesito en una reunión arriba-

No podía hablar, me había quedado muda. Quería que la tierra me tragara. 

-¿Ahora? Acabo de llegar de la misión- 

-Lo sé pero es importante. Viene el comandante Pixis y el jefe de las tres divisiones de las fuerzas armadas, Darius Zackly- 

La expresión de Levi pasó de seria a sorprendido. 

-De acuerdo, ya voy- dijo girándose para volver a mirarme 

-Te espero en las escaleras- 

Esperé a que Erwin desapareciera de mi campo visual para poder hablar. 

-La hemos cagado, ¿verdad?-

El negó con la cabeza y me recogió un mechón de pelo detrás de la oreja. 

-Él no dirá nada-

-Vale... es que le veía tan serio- 

-Y tu tan roja- rio levemente 

-Calla- le pegué en el hombro pero no pude ni moverle 

Se acercó y me agarró del mentón para darme un beso tierno. 

-Luego seguimos, ¿vale?-

Yo afirmé con la cabeza y le sonreí. El se giró y comenzó a irse pero tras dar unos pasos volvió a mi lado de nuevo. 

-¿Dormimos juntos hoy?- dijo ilusionado y yo me reí por su expresión inocente 

Era mi momento de tomar las riendas, de ponerle nervioso y ganar confianza en mi misma. 

-Claro, además...-le agarré el cuello de la camisa arreglándosela- aún te debo algo- le miré a los ojos

Levi tragó saliva y sus mejillas tornaron rosas. Había conseguido mi propósito. 

-Per..perfecto- sonrió

Me dio un beso en la frente y comenzó a irse. No sin antes mirar de nuevo hacia atrás y volver a sonreírme. 

Pov Levi 

Subimos las escaleras en silencio pero antes de entrar a la puerta de la sala de reuniones Erwin se detuvo al rozar el picaporte. 

-Levi..-

Le miré, estaba serio.

-Dime Erwin-

-¿Sabes lo que pasaría si alguien se entera que un capitán y un cadete están teniendo una relación amorosa, ¿verdad?- 

-Si...-

-¿La quieres?-

-Erwin, me conoces. - 

Su expresión se relajó y me sonrió. 

-Tienes que quererla mucho, sin duda. Me alegro mucho por ti, parece buena chica. Te lo mereces.-

Sus palabras me sorprendieron. 

-Pero...-

-Si, esta prohibido. Pero nunca fui partidario de esa norma. Parece que sólo los que salimos ahí fuera somos conscientes del infierno por el que podemos pasar en vida, como para encima privarnos de algo tan bonito como el amor-

-Erwin...- 

-Te prometo que yo no diré nada- me tocó el hombro

Afirme con la cabeza y el finalmente abrió la puerta. Sus palabras habían sido muy reconfortantes. Sentía tener no solo a un gran amigo, sino a un gran apoyo. 

Dentro de la sala se encontraba Hange y el comandante Pixis. Darius llegó a los minutos de haber entrado nosotros. 

Se sentó en la silla principal. Nosotros estábamos de pie alrededor. 

-¿Sabemos algo del contenido de la jeringuilla?-

-Con nuestra tecnología no podemos descubrir nada más- comentó Hange- Como dijo Historia y Eren parecen proceder de la médula humana. Pero el líquido se vaporiza al entrar en contacto con el aire y es difícil analizarlo-

-En vez de jugar con él, tendremos que usarlo para nuestros fines- dijo Pixis

-¿Quién se lo quedará? ¿Tú, Erwin?- 

-No, yo soy un soldado herido- dijo agarrando su manga vacía- Esta caja debe tenerla el soldado con mayor probabilidad de sobrevivir- me miró- Levi, ¿puedes encargarte tu?-

-Si es una misión, ordénamelo. ¿Por qué preguntas?-

-No sabemos en qué situación tendremos que usarlo. Tendrás que tomar una decisión en el momento. Según el caso deberás elegir quien lo usa. ¿Puedo dejarlo en tus manos?-

-¿Que harás cuando cumplas tu sueño?-

-No lo sabré hasta que lo haga-

-De acuerdo...acepto- dije cogiendo la caja y guardándomelo en el bolsillo


¿Podré salvar a alguien?

¿Lo usaré bien?

¿Soy lo suficientemente fuerte para esta responsabilidad?




No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora