32. ¿Qué miras tanto mocosa?

610 42 0
                                    

Armin, Mikasa y Eren se habían ido a dormir desde el principio. No les culpo, yo necesitaba despejarme, no pensar. Necesitaba estar un rato riéndome con mis amigos y ellos tal vez pensar o simplemente estar solos. Eren era muy amigo de Reiner y seguramente era el que se había llevado la peor parte de esta historia. 

-Esto está malísimo- dije tomando otro sorbo provocando la risa de Connie

-Pues no paras de beberlo- dijo Jean cruzado de brazos

-Es que es adictivo, osea esta malo pero te apetece tomarte otro poco más- agité la petaca y rio Jean

-Mierda...- dijo Connie mirando detrás mío como si acabase de ver un fantasma

Miré para atrás, venía directo hacia nosotros el capitán Levi. 

-¿Qué narices hacemos?- dijo Jean nervioso- como nos pillen nos van a poner a correr durante 5 horas mínimo

-Yo me piro- dijo Sasha levantándose 

-¿Nos vas a vender?- dijo Connie

- Tírala- le dije a Connie

-Si hombre y que encuentren por ahí alcohol, revisarían a cada cadete para castigarle- 

-Mierda...- desabroché mi camiseta un poco y la metí agarrada al pantalón-

No quedaba mucho, prácticamente todo me lo había bebido yo. Pero Connie tenía razón, el alcohol salvo motivo específico como una fiesta estaba prohibido y mucho más en reclutas.

-Oy chicos, deberías iros ya a descansar- dijo Levi detrás mía

No quería ni mirarle, mi cara ardía y notaba como el mundo iba un poco más despacio. 

-Si capitán- dijimos al unísono levantándonos 

Mierda. Sentada no me encontraba tan mal pero ha sido levantarme y notar como me afectaba cada vez mas.

-T/n, ¿te encuentras bien?- dijo Levi acercándose a mi 

-Si...si capitán- dije sin mirarle y con la cabeza agachada 

-Chicos adelántense- ordenó 

-Si capitán..- dijeron 


No, no, no no os vayáis ahora maldita sea.


Levi espero unos segundos a estar solos completamente y me miró.

-¿Estás segura?- dijo acercándose a mi- ¿Estás segura que te encuentras bien?- volvió a acercarse 

Estaba demasiado cerca. O tal vez sea mi percepción.

-Si... capit..Levi-

-Y porqué no me miras a la cara... t/n....- subió mi mentón con la mano haciendo que nuestras caras estuvieran de frente

-Yo..- seguía sin mirarle directamente a los ojos 

-Mírame- ordenó suavemente 

Le miré, tenía los ojos brillantes. Podías sentir profundidad en ellos, han tenido que ver mucho. 

-Son hermosos- dije en voz alta 

El capitán se sorprendió un poco quitándome el agarre de mi mentón y ruborizándose un poco. Dejó de mirarme por unos segundos.

-T/n.. ¿has bebido alcohol?- dijo mirándome de nuevo 

-Am...bueno... resulta-

-No me mientas- volvió a acercarse de nuevo- por tu bien- deslizó su dedo por mi abdomen un poco hasta la petaca- dime que es esto-

-Es una petaca, perdón- me tapé la cara 

Todo me estaba dando vueltas. Todo se sentía más y a la vez menos. No se como explicarlo. Por un lado tenía ganas de salir corriendo, saltar, gritar y por otra no sentía nada de vergüenza como de normal o miedo. Las caricias en mi abdomen a pesar de no ser directamente caricias se habían sentido muy intensas. Y me estaba comenzando a ruborizar

-Deberías irte a dormir- se cruzó de brazos

-Vamos Levi... por favor... aún no- hice puchero- además si estuviese tan mal, ¿podría hacer esto?- dije dando varias vueltas sobre mi misma provocando perder el equilibrio

Levi me agarró para que no me cayera. Estábamos tan cerca que yo... sentía ganas de....

-Estás mal t/n, vamos te llevaré a la cama-

No se si era por el alcohol o que nunca me acostumbraba a estar tan cerca suyo pero me estaba poniendo nerviosa. 

-Dime, ¿de dónde lo habéis sacado?- dijo ayudándome a subir las escaleras

-De Pixis- me tambaleaba 

-Maldito borracho- reí

El me miró y vi una cierta sonrisa por su parte. 

Cuando llegamos arriba de las escaleras Levi intentó dejarme andar sola pero me di contra la pared quejándome. 

-Haces demasiado ruido t/n, es de madrugada ya- 

-Perdón.. shhhh- dije tapándome la boca 

-Anda ven- dijo ayudándome a levantarme

Me colocó un brazo por encima de su cuello y me rodeó la cintura con el otro acercándome a él. Mis mejillas ardían. No paraba de mirarle. 

-¿Qué miras tanto mocosa?-dijo suavemente y aparté la mirada 

-A ti- sonreí y él se sorprendió 

-Se nota que estas borracha- rio pícaramente 

-¿Porqué?-

-Dices lo que se te pasa por la cabeza- 

Llegamos a su habitación y abrió la puerta. 








No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora