59. Corazón lleno

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Comencé a desvestirme y coloqué mi ropa con la de Levi. Solo iba con la ropa interior. Echaba de menos el valor que me daba el alcohol en estos momentos, pero debía ser fuerte. Debía pensar en mi. Estaba tiritando y mis dedos comenzaban a estar rígidos. Me tapé como pude con las manos y entré en la tienda de campaña. 

Al entrar me observó de arriba a abajo pero apartó la mirada y se tapó un poco con la manta. Me senté a su lado. Dentro de la tienda se estaba mejor que fuera, pero seguía haciendo frío y seguíamos empapados. Él me colocó la manta sobre mis hombros intentándonos tapar a los dos. Pero seguía siendo una manta individual para dos personas. 

-Estas tiritando- dijo con preocupación y me colocó toda la manta a mi 

-No hagas eso, tu también tienes que taparte o morirás de hipotermia- dije tapándole también 

-Estas peor que yo, póntela un rato- 

A pesar del frío y de sentir mi cuerpo congelarse mis ojos se pararon por unos instantes en su pecho y sus brazos. Con el frío sus músculos se contraían y sus venas se marcaban mucho más. Era increíblemente fuerte. 

Levi se rio levemente y me miró a los ojos. Me había pillado. Me puse muy roja y me tapé con la manta. 

-No me parece justo ponérmela sola-

-¿Y que propones?- dijo apoyándose en un lateral de la tienda 

Suspiré hondo por lo que iba a hacer. Me levanté y me miró detenidamente. Le coloqué la manta por detrás de la espalda y me senté encima de él, crucé las piernas, le coloqué sus brazos sobre mi cuerpo y nos cubrí por el frente con lo que sobraba de la manta. 

En todo el proceso me estuvo mirando sorprendido y cuando me senté noté su piel erizarse. Era incómodo estar así y más después de todo lo que había pasado entre nosotros. Pero...su calor...sus brazos en mi cuerpo...los echaba realmente de menos. 

Daba gracias no verle la cara de frente porque me vería completamente roja.

-Buena propuesta-

-Calla- dije susurrando y concentrándome en no tiritar 

Nos quedamos en silencio unos minutos que parecían horas. Me pegaba cada vez más a su cuerpo en busca de calor y a él no parecía molestarle. 

-Siento esta situación- dije seria

-¿Cuál?-

-Esta. Estar así-

-¿Desnudos?- río 

-Semi- 

El silencio nos llevó de nuevo a la incomodidad. 

-T/n...yo...

-Tiene que ser molesto para ti estar cerca de mi- dije en susurro casi con la voz rota 

-No lo es- 

-Venga Levi...no me has dirigido la palabra estos días- 

-Lo se- 

-Te da igual que parezcamos desconocidos, ¿era mentira todo lo que me has dicho hasta ahora?-

-No..-

-¿He sido un juguete para ti? ¿Es eso?- comencé a llorar pero intentaba que no me viera 

Tras unos segundos me abrazó fuerte y colocó su cabeza en mi hombro.

-Eres lo mejor que me ha podido pasar en la vida- dijo con la voz cortada

Me sorprendieron sus palabras. 

-¿Entonces? ¿Porqué te alejas de mi? ¿Fue por el beso en el cuello?-

-No, bueno, si o no. No lo sé- 

Volvió el silencio. 

-No te puedo entender si no me lo explicas- giré un poco el cuerpo para verle directamente. Estaba triste, podía verlo. Tenía los ojos cristalinos. 

-Creo que no te hago bien t/n. Te mereces mucho más que un tipo que no sabe gestionar cuando siente algo. Te mereces algo sano. Y yo no se...-agacho la cabeza 

-Levi...-

Su dolor me rompía en mil pedazos. Necesitaba calmarlo.

-Te mereces alguien que...no te deje ir a dormir triste. Alguien que no se ponga celoso. Alguien que...- 

Le besé suavemente, casi acariciando sus labios.

-Me merezco a alguien como tu-  

Se sonrojó ante mis palabras y miró hacia otro lado. Le cogí del mentón y le hice mirarme. 

-Si que deberíamos hablar ciertas cosas. Pero eso no es negativo. Si queremos que algo funcione tenemos que empezar por algún lado, ¿no crees?- 

El afirmó.

-Vale a ver...por donde empezamos- dije pensativa

-Antes...cuando el titán, pensaba que te perdía. Sentí como si quisieras que te comiera- me miró triste

-Es verdad, acepté la muerte muy rápido. No sabía si estabas cerca o no y mis fuerzas fallaban- 

-No hagas eso nunca más, por favor- 

Me reí ante la frase pero cuando le miré a los ojos pude ver horror. Le agarré la cara con las manos y el se acarició con ellas. 

-Tengo miedo a que mueras-

-Shhh no digas eso. O te quitaré la etiqueta del soldado más fuerte de la humanidad- me reí y el se rio conmigo 

Parecía un niño pequeño asustado. En parte, era así. No se pueden numerar las muertes que ha podido vivir. Su madre, sus amigos, su escuadrón y todos los soldados a su mando o pertenecientes a la legión. 

Ha sufrido mucho y se, que ahora mismo, estaba consiguiendo que me hablara desde lo más profundo de su corazón. 

Le abracé y el me devolvió el abrazo que duró varios minutos. 

-T/n...- dijo separándose de mi abrazo

Me miró serio unos segundos y luego se ruborizó al completo. Me agarró las manos y me las acarició. Estaba buscando unas palabras exactas. 

-¿Levi?-

-Te acuerdas que te dije cual era mi sueño- 

-¿La tienda de té?-

-Quiero cambiarlo- me quedé atónita- quiero que mi sueño...seas tú- me miró sonrojado- Imagino un mundo a tu lado y me devuelve la felicidad que creía perdida. -

-Levi...-

-Quiero pasar el resto de mi vida contigo, si me lo permites. Crecer juntos, cumplir tu sueño de formar una familia..- sonrió levemente y me miró a los ojos- ¿porqué lloras?- dijo preocupado secándome las lagrimas 

-Porque nadie me había dicho algo tan bonito nunca- me reí secándome las lagrimas y el se rio conmigo 

-¿He sido demasiado pasteloso?-

-Has sido perfecto- le besé- pero te falta una cosa- 

-¿Él qué?- dijo desconcertado 

-Podemos tener la tienda de té, juntos- 

Sus ojos se iluminaron completamente y creo que a ambos se nos llenó un poquito más el corazón. 


Holii, un poquito de cursilería nos hacia falta, ¿verdad?

AVISO: el próximo capítulo será con contenido adulto 

No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora