53. Bésame, capitán

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La pase mi mano por su nuca entrelazándola con su pelo. Le dio un escalofrío que me hizo sonreír. Me encanta lo que la produzco en su cuerpo. 

-Estas demasiado guapa...- la miré a los ojos

-No lo parece...- miró para otro lado 

-¿Porqué dices eso?- dije preocupado 

- Aún no me has besado...- sonrió pícara y me miró a los labios

Dios, ella es tan tierna... pero cuando me mira así, con ese deseo....

-T/n...nos estarán buscando...- dije aguantándome las ganas

Ella se acercó a mi y me abrazó. Pasaron segundos hasta que de ese abrazo se aprovechó para lamerme parte de mi oreja y susurrarme. 

-Bésame, capitán- 

Con un movimiento ágil la conduje dentro de la habitación abierta más cercana y cerré la puerta con su cuerpo. Mi corazón iba a mil. La deseaba y mi cuerpo no podía ocultarlo. 

La miré a los ojos, pegando todo mi cuerpo sobre el suyo. Sus mejillas estaban rosas y desprendía un calor parecido al mío. La tiré suavemente del pelo que aún tenía entrelazado en mi mano produciendo que me mirara . Ella gimió levemente. 

-¿Qué has dicho?- la reté

-Bésame..- me rogó

Dios... no puedo más. 

Junté nuestros labios, al principio quería hacerlo tranquilo, pero no podía. Las ganas podían conmigo. Nuestras lenguas jugaban como si ambas compitiesen por ver quién era más rápido, más profundo y más placentero. Comenzó a morderme el labio, tirando de él. Era suyo y yo lo sabía. 

La agarré ambas manos y las coloqué encima de su cabeza haciendo presión contra la puerta. T/n soltó un gemido más sonoro.

 La deseaba, quería lamerla cada zona de su cuerpo. Pero no podía, así no. 

Me separé y cogimos aire. Sus ojos brillaban y sus labios estaban hinchados. Seguramente los míos también. 

-Quiero más...- comenzó a introducir su mano en mi camisa abriéndola 

-T/n...has bebido mucho...- 

-Sólo un poco, ¿eso es delito?- rio para volver a acercarse a mi cuello y lamerlo 

Gruñí de placer pero rápidamente me separé de ella. 

-Estas borracha... t/n-

-Tengo ganas de ti...- hizo un puchero y me dio un pico 

-Eso no lo niego- reí 

-¿Porqué no podemos...hacer más?- Se fue hacia dentro de la habitación enfadada- Acaso, tu no quieres...¿hacer más conmigo?- su voz de quebró y sus ojos estaban lagrimosos 

Estaba a punto de llorar. Todos sus sentimientos y emociones estaban a flor de piel. 

Me acerqué a ella y le di un beso en la frente. 

-Tengo unas ganas irrefrenables de ti. Quiero comerte entera...- la miré serio a los ojos 

Ella cambió su rostro triste por uno sorprendido y sonrojado. 

-Pero...-

-Eres todo lo que deseo ahora mismo. Quiero darte todo el placer que pueda en esta vida, t/n. Pero no quiero que tu primera vez....nuestra primera vez sea bajo los efectos del alcohol- le coloqué el pelo detrás de las orejas y la limpié algunas lagrimas que habían caído - y menos en una habitación que a saber de quién es- reí y rio conmigo 

-Vale...lo entiendo. Gracias- sonrió vergonzosa mirando al suelo 

-Eso no quiere decir... que no podamos...- 

La agarré la cara con mis manos y volví a unir nuestros labios. Sabía muy bien, podría besarla las 24 horas del día. Nuestro beso se volvió cada vez más intenso. Se notaban nuestras ganas. Ella atacó de nuevo mi cuello produciéndome mucho placer. 

-T/n....- la agarré de los muslos y la subí encima mía sentándome en la cama

Ella continuaba tentándome mordiéndome los labios y cada vez se hacía más difícil contenerme. A pesar de todo el placer y de la presión que tenía en el pantalón cada vez que ella se movía encima mío, sabía hasta donde quería llegar por hoy. 


-¿T/n? ¿Estás por aquí?- llamó alguien en el pasillo 

Ambos nos levantamos rápidamente de la cama y nos colocamos bien la ropa. 

-¿T/n?- comenzó a abrir las puertas al final del pasillo 

Mierda.

Ambos nos miramos sin saber que hacer. 

-Tienes que salir- la dije arreglándola el pelo y el maquillaje

-¿Y tú?- 

-Saldré después, sería raro que saliera contigo. Además de que...- miré avergonzado hacia mis pantalones apretados.

Ella miró y se sonrojó. 

-Si...mejor salgo yo sola- 

Ambos nos miramos y nos reímos en silencio. ¿Quién nos diría hace tiempo que íbamos a estar en esta situación.

-Me alegra saber que te gusto tanto...- volvió a mirar a mis pantalones, sonrió y me dio un beso corto antes de salir por la puerta.

Desapareció en el pasillo y yo me tiré a la cama. Wow. Esta chica me estaba volviendo loco.



Holi, veo que cada vez sois más lxs que leéis mi historia. Me alegro un montón de que os vaya gustando. Pronto volverán los capítulos más serios continuando la historia de Shingeki, pero antes quería desarrollar más el romance de nuestros protagonistas. 

Si tenéis alguna idea de escena que os gustaría, podéis ponérmela en los comentarios. 

Un besazo a todxs. :)

No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora