41. Marlo Freudenberg y Hitch Dreyse

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Hange se encargaría de ir a avisar a Erwin de todo lo sucedido mientras que nosotros, haríamos un viaje largo hasta las tierras de Reiss.

Anduvimos varios kilómetros siempre manteniéndonos alerta. Levi estaba pensativo así que caminé a su lado.

-¿Está bien capitán?-

-¿Eh?, ah t/n.. si-

-¿En que piensa?-

El me miró y luego miró al resto. Se frenó en seco esperando que la mayoría estuvieran un poco más adelantados que nosotros. 

-En el hombre que nos ataca, se llama Kenny-

-¿Por qué piensas tanto en él?-

-Porque le conozco... estuve un tiempo viviendo con él-

-¿Viviendo con el? Pero, ¿cómo?-

-Un día después de fallecer mi madre simplemente apareció, apenado y se apiadó de mi. Me alimentó, cuidó y me enseño a pelear y valerme por mi mismo- 

-¿Tenía relación con tu madre?-

-Supongo, si no no hubiese venido a lamentar su muerte- 

-Entiendo- 

-No entiendo porque en su día me ayudó y ahora quiere matarme. Pero lo descubriré- apretó el puño con fuerza

Miré su puño, no se si lo hacía de manera inconsciente pero se estaba lastimando. Le agarré la mano y la entrelacé con la mía. El la miró unos segundos y después me miró a los ojos. 

-Lo descubriremos- le dije sonriéndole 

El me observó y acercó mi mano a su boca dándome un delicado beso. Era su forma de darme las gracias. Seguimos el camino cogidos a ratos de las manos pero nos soltábamos por vergüenza a que nos viera alguien. 

Mikasa se paró en seco.

-¿Mikasa?- preguntó Jean y todos la observamos

-Hay alguien cerca- dijo seria 

-Yo también lo he notado- continuó Levi- Armin hará de cebo, los demás esconderos. Mikasa tu conmigo, los interceptaremos cuando caigan en nuestra trampa. 

-De acuerdo- respondió ella

Pasaron varios minutos cuando oímos dos voces y varias pisadas acercándose a nosotros. Armin hacía que recogía agua en el río. Ellos lo oyeron y se acercaron apuntándole con escopetas. En el momento que miraban a Armin, Levi y Mikasa cayeron de los árboles capturándoles y quitándoles el arma y atándoles. 

-Capitán- dijo Jean entregándole unos papeles

Levi se levantó y los leyó en alto. 

-A ver...policía militar de Stohess. Soldado raso Marlo Freudenberg y soldado raso Hitch Dreyse. Lo que haremos con ustedes- 

Ambos se estremecieron. 

-¡Por su culpa murieron más de cien personas de Stohess!- dijo la chica- Quizás crean que son héroes justicieros, pero enviaron a las víctimas y a sus familias al infierno-

-Si, lo sé- respondió Levi

-Ustedes eran reclutas del sur, ¿no?- nos miró- Como Annie Leonhart, debían conocerla, debían ser sus amigos. Era antipática y seria pero tendría que tener amigos...aún no sabía nada de ella, pero no la vemos desde aquel día.. ¡porque un titán la pulverizó y no podemos distinguirla!-

-No, Annie Leonhart era el titán infiltrado- 

Los dos se sorprendieron ante las palabras del capitán. 

 -Es desagradable, ¿verdad?. Nadie sabe nada sobre este mundo. Excepto los que viven en el centro de las murallas. Los liberaremos cuando nos marchemos- 

-¡Capitán Levi, permítame que colabore con ustedes!- dijo el chico- No creo que estén haciendo algo malo. ¡Haré cualquier cosa para corregir la injusticia de este mundo!- 

-¿Qué estas diciendo?-

-Se lo ruego capitán Levi-

-Ni hablar, no puedo saber si estás preparado para luchar con el Gobierno. Nos vamos. Sasha átalos por aquí cerca- 

-Capitán, deje que lo haga yo- dijo Jean 

-Como quieras-

-¿Qué narices haces?- le dije acerándome a Jean

-Confía en mi- 

-Ten cuidado, por favor- 

-Descuida- sonrió  

Más tarde volvió con ellos. Les puso a prueba y ahora pedía a Levi que los dejara ayudarnos. El aceptó, confiaba en Jean. Nos llevaron a un cuartel en medio del bosque donde se encontraba la policía militar. El capitán les agradeció y nosotros continuamos nuestro plan por nuestra parte. Atacamos la base destruyendo todo y dejando inconscientes a los soldados de la policía militar que se encontraban dentro. Al rato, cuando ya estábamos escondidos apareció Levi con un hombre a rastras. 

-Capitán, ¿Quién es?- dije extrañada

-Es de la Policía Interior. Tengo algo que preguntarle. Nos movemos- 

Caminando llegó  la noche así que decidimos acampar. Levi comenzó a pegar al policía varias patadas. 

-¿Dónde están Eren y Christa?-

-Que valiente- dijo con la respiración entre cortada por las patadas- En ese control solo había novatos que aún no sabían nada. ¿Te crees un héroe por apalizarlos?-

Todos estábamos tensos, no había sido plato de buen gusto pelear contra ellos ni ahora ver como el capitán torturaba a este hombre para que hablara. 

-Vaya, pobres miserables- le metió el zapato en la boca rompiéndole varios dientes

Miré para otro lado, aún no me acostumbraba y me disgustaba ver otras personas sufrir. Aunque fueran enemigos. 

No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora