29. Una pequeña esperanza

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Me preparé con cuidado y a la hora apareció Levi. Andamos juntos por los pasillos hasta llegar fuera del edificio, donde se encontraban muchos soldados ya preparados encima de sus caballos. Sólo faltábamos nosotros. 

-¡T/N!- gritó Armin saludándome de lejos

-¡Chicos!- ande rápido hacia ellos y les abrace con calma 

Tanto Eren como yo estábamos aún doloridos. 

-Te echábamos de menos- dijo Eren con una sonrisa y haciéndome una caricia en el brazo

-Y yo a vosotros- sonreí y me senté a su lado del carro

Aparecieron Levi, Hange y un sacerdote del culto.

-Tardé más de lo esperado en prepararme- dijo Hange saludándonos con una gran sonrisa

Todos nos sorprendimos.

-¿Qué hace aquí un miembro del culto- dijo Armin 

-Ah Nick es amigo mío, ¿verdad? No le den importancia- dijo pasando el brazo por encima de los hombros del sacerdote

Hange en una de sus muchas visitas para "tomar café" me había hablado de cómo debido al ataque de Annie como titán hembra, se había roto parte del muro y se había dejado ver una especie de titán. Eso generó muchas dudas ya que no se entendía qué hacía ahí y si había muchos más alrededor de todas las murallas. Todo este tiempo los titanes nos protegían de los titanes. 

-¡Abran la puerta!- gritaron

-Sin más noticias de la muralla Rose, la zona segura llega hasta Ehrmich. Ganaremos tiempo ahí. ¡Vamos!- dijo Erwin comenzando a salir el primero de la muralla

-En marcha- ordenó Levi y el carro comenzó a moverse.

Comenzamos el camino, iban a ser varias horas de travesía. Debíamos salir por la noche ya que los titanes estarían mucho más inactivos.

-¿Lo sabía? ¿Este hombre sabía que había titanes en las murallas?- replicó Eren

-Sí pero lo mantuvo en secreto todo este tiempo. Nos acompañará para presenciar la realidad. Veremos si tras observarla con sus propios ojos, sus principios le permiten seguir con la boca cerrada- respondió Hange

De vez en cuando Levi me miraba, supongo que para comprobar si me encontraba bien. 

-No, no. ¡Es una locura!- gritó Eren- ¡Si sabe algo, hable! ¿Qué hay más importante que evitar la extinción de la humanidad?-

Le dio un dolor fuerte de cabeza y yo le ayudé a sentarse de nuevo.

-Eren, cálmate. Todavía sufres los efectos de la transformación- dijo Mikasa

Levi sacó un mini revolver.

-Hay muchas formas de preguntar- dijo apoyándosela en el cuerpo de manera sutil a través de su chaqueta- puede que esté herido y sirva de poco, pero todavía puedo vigilarlo. Esperemos que no acabes con un agujero, por el bien de ambos-

-Las amenazas no funcionan Levi, ya lo intenté- dijo Hange- pero creo que el pastor es una persona razonable. Eso me hace pensar que la razón por la que no habla es peor que la extinción de la humanidad-

Seguimos callados varios minutos. Hacía frío. No quería que se me notara, podría haberme preparado mejor. 

-Hange, ¿tienes una afición tan oscura como contemplar piedras?- dijo Levi

-Si, porque no es una piedra cualquiera, es un trozo del endurecimiento de la titán hembra-

-¿No desapareció?- dije 

-No. Ni con Annie en forma humana y lejos de su cuerpo- me respondió Hange

Levi me miró y se quitó la chaqueta. Se levantó levemente y me la colocó encima de los hombros. Todos nos miraron.

-Lev...capitán, no hace falta- dije avergonzada

-No la necesito, tranquila- se volvió a sentar 

Mikasa me miró seria y yo miré para otro lado. Seguro que me iba a preguntar más tarde. 

-Pero entonces...- Hange le tapó la cara a Armin

-Déjame decirlo a mi. Podemos llegar a tapar el agujero de la Muralla Rose. A no ser que encontremos una roca que encaje. Pero si Eren se transforma en titán y usa ese poder para tapar el agujero...-

-Que..yo... ¿tape el agujero?- dijo Eren con miedo 

Le miré preocupada. Tenía la mirada perdida. 

-Vale la pena intentarlo- dije- es una pequeña esperanza para recuperar la muralla María -

Hablamos sobre el plan. Haríamos también el viaje de noche. Sería un grupo pequeño. Pero todo dependería de si Eren podía o no tapar el agujero. 


Finalmente llegamos al primer destino.

-Estamos en Ehrmich-



No sabía que la necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora