Siempre te he soñado

Capitulo 5. Su rincón secreto.

.............. Chris .................

Debo hacer algo... debo hacer algo... debo hacer algo.... ¿que hago?

La conozco... ¿que hace cuando se enfada? Se encierra en la habitación más o menos diez minutos, y luego va a su rincón favorito del jardín: el columpio, se sienta allí y se balancea hasta que la rabia se le esfuma.

Vale, pero no puedo presentarme así como así y decirle... ya está lo he pensado y si te ayudo... NOOOOOOOO!!!!!!!Ella tiene que creer que me está obligando a hacerlo...pero..¿como?

YA SE!!!!! Fui al cajón de la mesita de noche y rebusqué hasta que encontré lo que sería mi billete hacia mi suplicio. Salí de la habitación corriendo, debía llegar antes que ella... Gracias que no me encontré con nadie, porque haber como demonios explicaba mi carrera desbocada hacia fuera. Jadeante me senté en el columpio, cogí un cigarro y lo encendí... La falta de costumbre sumada a que aun jadeaba por la carrera-maratón, hicieron que tosiera. Me balancee un rato hasta lograr que mi respiración se normalizase y volví a por otra calada del cigarro.

Se me hacía raro volver a fumar y por ella, por quien lo había dejado... Si ella supiera.. pero era por una buena causa.. Me perdí en mis pensamientos, y cuando me di cuenta llevaba algo más de mitad del cigarro... ¿Y si no venía?

Tan concentrado estaba que no me di cuenta de su presencia hasta que habló:

- ¿Que haces en mi columpio? ¿Y que haces fumando?

La miré y se le notaba el enfado, había invadido su espacio, su rincón y había faltado a la promesa que le había echo hace años.. La miré desafiante (sabía lo que le molestaba) y caminé hacia ella (demasiado chulesco)

- Soy mayor de edad – dije tirando la colilla muy cerca de sus pies, (estuve a expulsarle el humo... eso la haría saltar... pero demasiado) aplasté la colilla con mi pie y la miré.

- No creo que piense eso tu madre...

- Mi madre sabe que soy mayor de edad..

- Pero si se entera de que fumas te mata.. Callé una vez, porque me prometiste dejarlo... pero ya veo que tus promesas se las llevan el viento - (me dolió profundamente que me dijese eso, pero era necesario). Ahora mismo se lo voy a contar y vienes conmigo – dijo cogiéndome de la mano y queriendo arrastrarme con ella.

Su fuerza medida a mi fuerza es nada, por lo que no me movió ni un centímetro...

- O vienes o traigo a tu madre – dijo cruzándose de brazos. Estaba tan guapa enfadada, estaba tan guapa siempre, yo me aguantaba la risa lo que podía... Lo que daría por abrazarla... - Muy bien tu lo as querido...

No le había prestado atención a lo que decía, pero cuando la vi girarse y marcharse, entonces reaccioné: corrí a por ella, la cogí en brazos por detrás y me la llevé mientras pataleaba.

Me senté en el columpio con ella en mis piernas, mientras se seguía revolviendo...

- Valen, estate quieta.- y sorprendiéndome se quedo quieta...- No le digas nada a mi madre... haré lo que me pidas, pero no se lo digas....- dije poniendo la voz mas tierna que pude.

- ¿Lo que te pida?

- Si, lo que me pidas..

- Ayudame entonces... acepta la propuesta que te hice..

- Valen.. - dije como si no quisiera.. ella me miró con cara de cachorrito- Vale acepto, por esto y porque no pienso que Tom sea el más indicado para enseñarte nada...

- Gracias, gracias, gracias, gracias – dijo sentándose de lado en mis piernas y abrazándose a mi cuello, mientras me daba millones de besos en la mejilla...

Nos quedamos en silencio, dejándonos mecer por el columpio, Valen cerró los ojos y su boca dibujaba una tierna sonrisa, su largo cabello rubio se mecía en el viento al igual que nosotros... Jamás me cansaría de admirarla...

- ¿Sabes lo que mas extrañé de ti, después de tu sonrisa? - dije rompiendo el silencio, quería aprovechar que la tenía así para decirle que la había extrañado.

Ella abrió los ojos y me miro intensamente, como si me quisiera decir algo... negó con la cabeza y continué.

- Tus historias..

- ¿Mis historias?

- Te acuerdas de la última que me contaste del ogro y el castillo...

- Si, el atrevido y valiente príncipe... - dijo ella mirándome con reproche.

- Me hizo gracia.. - dije a modo de defensa. - Podrías acabar de contármela... - sugerí.

- No se... no la recuerdo....- dijo haciéndose la loca.

A lo que yo le respondí con una guerra de cosquillas, mi culo se resbaló del columpio haciendo que aterrizara en el suelo, Valen tiró de mi para que el columpio no me diese y se incorporó un poco pero entonces vi venir el columpio de vuelta y la acerqué a mi, estábamos tan cerca que nuestros alientos se rozaban... no se en que momento nuestras risas se perdieron y nos quedamos observando el uno al otro, solo tenía que aproximarme unos centímetros para besar sus labios... solo unos centímetros... Cuando mi locura le ganó a mi responsabilidad y me decidí a besarle, el sonido de mi móvil hizo que Valen se incorporase de golpe, alejándose de mi.

Me senté en el suelo, mirándola desde abajo, estaba de espaldas a mi. Moví mi cuerpo para poder sacar el móvil que seguía sonando, con tan mala suerte que aun el columpio no había parado del todo y me pegó en toda la frente...

- Diossssssss!!!!!!! - dije desde el suelo. Creo que no me vuelvo a subir en el maldito columpio nuncaaaaaaaaa.

Valen preocupada, se arrodilló ante mi, preguntándome que pasaba... Cuando se lo expliqué se echo a reír contagiándome y haciendo que quedásemos los dos tirados en la hierba riéndonos como dos niños.

A esto le llamo felicidad, estar al lado suyo disfrutando de su sonrisa es lo más grande que me dio la vida, poder disfrutar de su amistad es lo único que pido, poder verla cada día, verla feliz, verla cantando por la casa, inventando sus historias.... ella es todo felicidad, y es mi felicidad.

¿Un domingo y yo escribiendo? Pues si, tengo totalmente avandonadas las otras historias... pero no puedo controlarme, en serio...es superior a mi...jeje

Bueno que espero que os guste, y que ya acepto!!!!!!!!jaja

Os quiero. Besossss