Capítulo 6

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Habían pasado dos meses desde la barbacoa en casa de Mónica, el desayuno había sido ameno y divertido, pero poco a poco todos fueron marchándose, incluida Madelaine, las dos mujeres no habían vuelto a hablar a solas. Aunque sí se habían dado los números de teléfonos, pero ninguna de las dos había hecho uso de ese privilegio.

Mónica llevó el vino y los aperitivos al salón donde la esperaba Ana que estaba decidiendo qué película iban a ver

-¿Estás viendo Riverdale? -preguntó Ana asombrada

-Lo puse por curiosidad -admitió Mónica

-Creo que es demasiado juvenil para ti, aunque bueno, estás al día por lo que veo

-Si..., bueno, quería saber de qué iba, y terminé viéndola entera

-Yo también la vi cuando conocí a Mad -admitió Ana-. Su interpretación es sublime, cuando ves todos esos giros que tiene su personaje...

-Sí, la verdad es que hace un gran papel -dijo Mónica mirando la pantalla donde en la portada salía Mad-. ¿Sale con esa actriz que hace de novia suya en la serie? A raíz de buscar su serie me han salido varios videos de ellas...

-No lo creo, creo que solo son amigas, ya sabes cómo son los fans, mira la cantidad de videos que hay nuestros

-Sí, es cierto -Mónica soltó las cosas sobre la mesa, sin mirar a Ana preguntó despreocupadamente-. ¿Has sabido algo de ella?

-Está con las grabaciones de la nueva temporada, al parecer le ha salido aquí una película y está trabajando horas extras para poder llevar ambas cosas -Ana la miró inquisitiva-. ¿Y ese interés repentino por ella?

-No es nada..., la última vez que estuvo aquí tuvimos un momento un poco tenso y al no haber vuelto a saber nada de ella temí que se hubiera llevado una mala impresión mía, ya sabes que lo de socializar con alguien que no conozco no es lo mío...

-¿Y por qué no la llamas? Así puedes hablar con ella y solucionar ese malentendido

-No, está muy ocupada...

Mónica se sentó en el sofá, agarrando el mando y quitando la imagen de Madelaine del televisor, poniendo la primera película que le apareció, tenía que dejar de pensar en aquella joven de cabello pelirrojo

***

Había pasado una semana desde que Mónica había cenado con Ana y desde entonces no dejaba de darle vueltas a lo que le había dicho su amiga, ¿y si llamaba a Madelaine? Al fin y al cabo le había dado su número de teléfono para algo, ¿no?

Eran las nueve de la noche en España, por lo que ajustó que sería cerca de las doce en Los Ángeles, después de estar un rato dudando y mirando su móvil, terminó por escribir un mensaje:

"Hola, ¿cómo estás? ¿Te pillo ocupada?"

Mónica miró la pantalla sintiéndose estúpida, tentada a borrar el mensaje, aunque si lo borraba se daría cuenta y quedaría aún peor, el corazón se le aceleró al ver que estaba escribiendo:

"Un poco, ahora mismo no puedo escribir"

Mónica suspiró un poco decepcionada, ¿la estaba evitando o realmente estaba ocupada? No le extrañaría que la evitase después de que le había estado mandando señales contradictorias desde que la había conocido. El sonido del teléfono hizo que mirase un nuevo mensaje:

"¿Puedo llamarte mejor?"

"Sí"

Mónica se quedó mirando el teléfono con una sonrisa, sintiéndose de repente un poco nerviosa, vio que estaba entrando una videollamada, se miró, tenía el pijama puesto, no esperaba hablar cara a cara con ella, finalmente descolgó el teléfono.

El loco juego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora