Marie y Christian se parecían mucho, ambos eran protectores, familiares, cariñosos, ambos conocían a Madelaine mejor que nadie, pero también se diferenciaba en algo, Christian esperaba que cuando decía que no a algo con voz firme Madelaine lo escucharía, cómo si el ponerse serio le diese la autoridad suficiente para hacer entrar en razón a la joven, Marie, sin embargo, sabía que cuando la pelirroja estaba decidida a hacer algo, lo haría, sin importar quién estuviera en contra o lo peligroso que fuera. Así que cuando Madelaine le contó que iba a ir a ver a Mónica supo que de nada serviría discutir con ella, cogió una pequeña bolsa de viaje con algunas cosas, por si acaso Madelaine necesitaba descansar en un hotel antes de volver, así como los medicamentos de la joven.
-¿Estás preparada para irnos? -preguntó Marie
-¿Vienes? -preguntó Madelaine
-Por supuesto, no dejaré que vayas sola en tu estado -dijo Marie
Raquel la miró nerviosa, luego a Madelaine
-Madelaine, ¿crees que es buena idea?
-Sé que te preocupa que alguien de fuera pueda ver a tu hermana -dijo Mad-, pero Patricia, tú sabes mejor que nadie, que cuando una madre está preocupada no deja a su hija sola. No hay nada que pueda decirle que la disuada de venir, es más probable que me ate a mi a la cama para que no vaya
-Será bienvenida -dijo Patricia
-Que sepas que Christian nos matará cuando se entere -dijo Marie entrando en la parte trasera del coche de Raquel
***
Madelaine se había pasado todo el viaje de ida durmiendo apoyada en el hombro de Marie, Patricia y Marie habían estado hablando todo el viaje, se habían caído bien, eran dos mujeres trabajadoras que se preocupaban por sus hijos.
-Despierta dormilona -dijo Marie
-¿Hemos llegado? -Madelaine bostezó, hizo un gesto de dolor al desperezarse
Madelaine nunca había estado en Figueres, aún menos en la casa de la madre de Mónica, era una casa sencilla, muy distinta a la de Mónica. Patricia les hizo pasar
-¿Quieren tomar algo? -preguntó Patricia llevándolas a la cocina
-Raquel, ¿me dices dónde está tu hermana? -pidió Mad
-Claro, está arriba, en su habitación -dijo Raquel
-Escaleras... cómo no... -dijo con fastidio Mad
Comenzó a subirlas ayudada por Raquel y agarrándose en la barandilla, al subir arriba estaba jadeando, como si hubiera estado escalando una montaña
-¿Estás bien? -preguntó preocupada Raquel
-Dame solo un momento que me reponga -le pidió Mad mientras respiraba hondo repetidas veces-. ¿Dónde es?
Raquel la llevó por el pasillo hasta una habitación, llamó, no obtuvo respuesta, aún así abrió la puerta, en el interior estaba completamente a oscuras.
-¿Me dejas a solas con ella, por favor? -pidió Madelaine en un susurro
Raquel asintió y se marchó, Madelaine entró, dejó la puerta abierta para poder tener algo de visión del interior, aparte de un bulto en la cama no se apreciaba nada más, fue hacia la ventana y abrió la persiana y las cortinas, abriendo las ventanas un poco para que entrase aire, era evidente que aquella habitación llevaba tiempo sin ventilarse. Después cerró la puerta de la habitación. Miró a Mónica, o lo que podía verse de ella, pues estaba dentro de las sábanas, Raquel y Patricia no mentían al decir que estaban preocupadas por ella, la mujer que estaba en la cama estaba demacrada, había adelgazado, tenía ojeras y la mirada perdida. Madelaine se sentó en la cama, frente a ella, tenía los ojos abiertos, la estaba mirando, pero no había reaccionado
![](https://img.wattpad.com/cover/308766745-288-k815261.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El loco juego del amor
FanfictionMadelaine vuelve a su país después de labrarse una fama en EEUU, la vuelta a España es de forma temporal, mientras trabaja en unos proyectos en la que fue su tierra. La vuelta a casa hará que se reencuentre con viejas amistades, amores en el aire, n...