Capítulo 17

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Madeaine estaba en Los Ángeles, apenas hacía unas horas que había llegado, estaba en la sala de espera de la consulta de su psicóloga, pero su mente estaba mucho más allá, estaba en el otro lado del continente, recordando el suceso del que no había podido dejar de pensar desde entonces.

Un día antes

Madelaine despertó con una sonrisa en los labios, Mónica estaba abrazada a ella, seguía dormida, besó su cabeza mientras la miraba dormir, sin querer moverse para no despertarla, mirando la paz que irradiaba su rostro. Para Madelaine, Mónica era una mujer hermosa, eso era indiscutible, pero en aquellos instantes, sin maquillaje, desnuda, vulnerable, la veía como la mujer más hermosa del mundo.

-Te amo -susurró a la mujer que tenía dormida entre sus brazos

Madelaine la besó en los labios, vio como Mónica sonreía y se abrazaba más a ella, sonrió, y a la misma vez sintió algo contradictorio, sintió paz y miedo. Se dio cuenta de cuan aterrada estaba cuando no pudo moverse, cuando su respiración se agitó y comenzó a costarle respirar.

La pelirroja se obligó a salir de la cama, se puso una camiseta y salió corriendo de la habitación, salió a la terraza y comenzó a respirar entrecortadamente mientras se agarraba a la barandilla. ¿Un ataque de ansiedad? ¿Cuánto hacía desde el último? Intentó respirar hondo, intentó acompasar su respiración, recordaba las palabras de su psicóloga para esos momentos. ¿Por qué? ¿Por qué ahora?

"Te amo"

Las palabras le golpearon de nuevo, sus propias palabras le habían causado un ataque de ansiedad. La amaba, amaba a Mónica y eso la aterraba.


-¿Madelaine?

La aludida salió de sus pensamientos, levantó la mirada y vio como su psicóloga la estaba llamando desde el umbral de la puerta, ¿cuándo había salido el paciente anterior?

Madelaine entró en la consulta y se sentó en el sofá, igual que hacía siempre que se veían

-Hacía mucho tiempo ya que no te veía por aquí, las consultas vía videollamada no son lo mismo -comentó la psicóloga

-Lo sé, pero paso más tiempo en España que aquí -rio Madelaine

-¿Y cómo te están yendo las cosas?

-Bien, tengo mucho trabajo, así que no puedo quejarme, siempre están apareciendo nuevos proyectos

-Eso es bueno. ¿Ahora me vas a hablar de eso que te está preocupando? Son ya varios años y sé cuando hay algo de lo que debes hablar. ¿Has tenido problemas para dormir? ¿Ataques de ansiedad? ¿De pánico?

-Como ya sabes dejé las pastillas para dormir hace mucho, duermo bien, no tengo pesadillas. Y en el último año solo tuve dos ataques de ansiedad y uno de pánico.

-Uno de los ataques de ansiedad y pánico es por Leslie, lo hablamos, es normal después de tantos años que algo así te generase esa reacción. ¿Pero a que se ha debido el nuevo ataque de ansiedad?

-Le dije a Mónica que la amaba -Madelaine sintió como el pulso se le aceleraba al reconocerlo en voz alta

-¿Y ella no te lo dijo?

-No, ella estaba dormida, no supo que se lo dije

-¿Tuviste un ataque de ansiedad porque le dijiste a alguien dormida que la amabas?

-Sí, sé que es estúpido...

-Ya sabes que nada es estúpido, todo lo que hacemos, todo lo que experimentamos es por algo, ¿sabes el motivo de ese ataque de ansiedad?

El loco juego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora