Capítulo 38

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Los invitados se fueron al cabo de un rato, Mónica había insistido en cocinar ella, mientras Madelaine estudiaba la canción en el salón, en algún momento debió quedarse dormida, porque lo siguiente que vio fue a Mónica inclinada sobre ella despertándola

-Lo siento, la comida está hecha, come y luego duermes un poco en la cama

-¿He dormido mucho? -preguntó Mad bostezando e incorporándose

-Un par de horas

-Al final ni te he ayudado ni he estado estudiando

-Necesitabas descansar, estabas agotada

Comieron y después comenzaron a trabajar duro en la canción, las primeras horas mientras hacían la digestión se centraron en la parte más escénica, vestuario, interpretación, posición en el escenario, se habían ido al gimnasio, pues tenían más espacio para recrear lo que querían hacer, no eran las medidas del plató, pero servía para marcar las pautas. El resto de la tarde ensayaron la canción a dos voces.

Pasaron el resto de la semana trabajando, se habían dado cuenta que mientras trabajaban, se imponía la profesionalidad y no había coqueteos, pues ambas sabían que ahora que estaban solas el más mínimo coqueteo acabaría con ambas en la cama, y mientras que las dos lo deseaban, se excitaban y les costaba no lanzarse la una hacia la otra, eran conscientes de que no debían traspasar aquella línea, pues ambas volverían a sufrir al despertar y saber que aquello no podía ser.

Faltaban cinco días para la gala, Pepe Herrero ya había ido y les había hecho unos arreglos para mandarlo al programa para que fuese la pista que usarían el día de la gala. El estilista de Mónica había estado allí para mostrarle el traje que llevaría, y aunque nadie se lo había pedido, también diseñó uno para Madelaine, la cual aceptó encantada. Mónica iría con un traje pantalón negro y ella, en contraste, con un vestido color camel y plateado, ambos trajes de seda.

***

Mónica gruñó en la cama, su teléfono móvil estaba sonando, miró por la ventana, ni siquiera había amanecido aún. Cogió el teléfono y soltó un bufido al ver de quien se trataba, ¿por qué la llamaba? ¿Y a estas horas?

-¿Te has dado cuenta de la hora que es?

-¿Está Madelaine contigo?

-Estará dormida, como lo estaba yo

-Mónica, es importante -la cantante se puso en alerta ante el tono de voz-. ¿Está contigo?

-Ella duerme en la habitación de invitados -dijo Mónica, que se levantó de la cama y fue hacia la otra habitación-. Christian no quiero abrir su puerta si no es algo realmente importante

-Lo es, por favor, no contesta mis llamadas

-No me extraña siendo la hora que es... -aun así la cantante abrió la puerta y se encontró la habitación vacía, lo que hizo que se preocupara-. No está... Christian, ¿qué está pasando?

-Estoy yendo hacia tu casa, estaré en una hora, ¿tienes idea de dónde puede estar?

Mónica salió a la terraza, para ver si había salido a correr más temprano, aunque apenas se veía en el exterior, le pareció ver una silueta en la playa

-Está en la playa, creo...

-Ve con ella, por favor, no te separes de su lado y dile que estoy de camino

-Christian, ¿qué está pasando?

-Lo siento Mónica, pero no me corresponde a mi decírtelo -dijo él antes de colgar

***

Mónica se puso una chaqueta y salió de su casa, por el camino que daba directamente a la playa, el frío invernal se notaba y más tan cerca de la playa, se alegró haber cogido otra chaqueta al ver que Madelaine se encontraba únicamente con el pantalón y la camiseta que usaba para dormir, la joven estaba sentada en la arena, mirando directamente al mar

El loco juego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora