-¡No me lo creo! -dijo Ana tras colgar el teléfono
-¿Qué sucede? -preguntó Mónica mientras terminaba de tomarse el café
Mónica miró su teléfono, había escrito cuando se había despertado a Madelaine para preguntarle cómo se encontraba, pero no había recibido aún contestación
-Me acaba de hablar mi amiga, la de la cafetería donde estuvimos ayer
-¿Anita?
-Sí, acaba de decirme que Madelaine le ha pedido permiso para cantar allí hoy una canción, ¡nunca la he escuchado en directo! ¿Tú la has escuchado cantar?
-No, bueno en la serie y películas, pero no en persona, ni siquiera cuando ensaya en casa -dijo pensativa Mónica-. ¿A qué se debe ese arrebato?
El teléfono de Mónica comenzó a sonar, miró la pantalla y se lo enseñó a Ana
-Ahora saldremos de dudas -dijo descolgando el teléfono-. Justo ahora hablábamos de ti
-Espero que cosas buenas -dijo Mad riendo
-Acabamos de enterarnos que ibas a cantar hoy en el bar de Anita
-¿Ya? ¡Si que vuelan las noticias! Iba a invitaros, pero parece que ya se me adelantaron
-Parece que te encuentras mejor
-Sí, estoy genial -de fondo se escuchaba bastante jaleo, tanto que a Mónica le costaba seguir el hilo de la conversación
-¿Dónde estás? -preguntó Mónica tapándose el otro oído para prestar más atención
-Estoy con Christian, estamos ensayando para esta noche, compuse las canciones esta mañana y estamos resolviendo la composición de la música
-¿Sabes que estás hablando con una compositora?
-Con la mejor -dijo Mad, aunque Mónica no lo veía sintió la sonrisa de la joven al otro lado del teléfono-. Pero nos la apañamos bien, ¿os veré esta noche?
-Pregunta que si iremos -dijo Mónica a Ana que asintió-. Allí estaremos
***
A las ocho de la tarde Mónica y Ana entraban en el restaurante, había una fila impresionante para poder acceder al interior, por suerte, ellas que conocían a la dueña pudieron entrar sin problemas, por suerte, Anita había pensado en todo y les había reservado una mesa
-¿Cómo es que se ha llenado tan rápido? -preguntó Ana a su amiga
-Puede que diese publicidad al restaurante diciendo que venía Madelaine a cantar -se encogió de hombros Anita
-Está repleto -observó Mónica-. Menos mal que nos has reservado la mesa
-Sí, Madelaine me pidió que reservase dos
-¿Para quién es la otra mesa? -preguntó Mónica con curiosidad
-Por la descripción creo que para ellas -dijo Anita disculpándose de sus amigas y yendo a hablar con dos jóvenes
Tanto Ana como Mónica se giraron para ver a las dos jóvenes que habían entrado, ambas tendrían que estar rondando los veinte años. Una de ellas llevaba el pelo rubio hasta media cintura y vestía un vestido ajustado. La otra llevaba unos vaqueros, una camiseta y una cazadora en color rojo, su cabello llegaba por la cintura, era de un color castaño rojizo.
-¡Es la chica del hotel! -dijo Mónica de repente
-¿Qué chica del hotel? -preguntó Ana prestando atención
-¡La que le envió la tarjeta a Madelaine!
-¿Cómo puedes estar segura? La vimos por un segundo y la verdad ni me fijé mucho en ella
ESTÁS LEYENDO
El loco juego del amor
FanfictionMadelaine vuelve a su país después de labrarse una fama en EEUU, la vuelta a España es de forma temporal, mientras trabaja en unos proyectos en la que fue su tierra. La vuelta a casa hará que se reencuentre con viejas amistades, amores en el aire, n...