Capítulo 14

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-Ese café debe estar mareado ya de todas las vueltas que le estás dando -dijo Ana sentada frente a Mónica-. ¿Se puede saber que te pasa? ¿Problemas con el nuevo disco?

-No, las grabaciones van bien, hoy voy a un programa a publicitarlo -dijo Mónica mientras seguía removiendo el café, viendo las pequeñas motas de diferentes colores que se formaban cuando estaba en movimiento

-¿Un mal programa? -intentó adivinar Ana el motivo de la apatía de su amiga

-No, es muy gracioso, siempre me divierto cuando voy

-¿Madelaine? -volvió a intentarlo

-¿Qué pasa con ella? -Mónica dejó de remover el café y comenzó a tomarlo

-¡Por fin! ¿Y bien? Dime tú, ¿qué pasa con ella?

-Creo que..., se ha desencantado -dijo con un suspiro

-¿Desencantado? ¿De qué?

-De mi, llevamos dos meses sin... -miró a su alrededor e hizo un gesto con la cabeza hacia abajo

-Sin acostaros -dijo Ana sin tantos rodeos

-Sí..., y ya sabes que no me importa, el sexo no es tan importante para mi, pero..., ella es joven y..., he visto las redes de sus amigos, cuando está con ellos está de fiesta, en cambio sabes que yo soy más de quedarme en casa..., es posible que se haya aburrido ya...

-¿Lo has hablado con ella?

-No, apenas hemos hablado...

-Quizás es el momento de tener esa conversación, si se tiene que "acabar" es mejor que sea ahora antes de que una de las dos salga lastimada -Ana hizo comillas con los dedos en la palabra acabar, porque realmente no tenía otra palabra, ¿aunque se puede acabar algo que no ha empezado?

Madelaine y Mónica seguían sin ser nada, sin aclarar qué clase de relación tenían, el 75% del tiempo la pasaban juntas, a veces estaban en la misma casa pero no se veían hasta la hora de dormir, a veces, ni eso. Madelaine tenía la mitad de las cosas en casa de Mónica, al igual que ésta tenía algunas de sus pertenencias en el apartamento de Madelaine. Cuando alguien les preguntaban decían que eran amigas, aunque pocos preguntaban eso, pues solo los más cercanos sabían de esa extraña relación que tenían. Durante los últimos meses Mónica había estado concentrada en la grabación de su nuevo disco, mientras que Madelaine estaba con el rodaje de una película, mientras que en ocasiones aún tenía que ir a Los Ángeles para seguir con el rodaje de Riverdale.

***

Mónica estaba en el programa de televisión, ya había ido anteriormente a aquél programa y la última vez que lo había hecho Madelaine estaba entre el público, inconscientemente la buscaba entre ellos, aunque sabía que no estaba allí. Había publicitado sus nuevos discos, ya que ese año tenía pensado sacar dos nuevos y hacer una gira. Estaba emocionada, era un reconocimiento a sus veinticinco años en la música, pero también había algo diferente, se preguntaba cómo sería estar tanto tiempo alejada de Madelaine, más como estaban siendo las cosas ahora. Mónica se obligó a concentrarse y a prestar atención a lo que le estaban comentando en ese momento.

-¡Demos la bienvenida a nuestra colaboradora Adriana! -dijo Thais, la presentadora del programa

-¿Me echabas de menos? -dijo Adriana abrazando a Mónica

-Por supuesto, aunque estoy algo decepcionada, la última vez que estuve aquí dijiste de ser mi novia y aún no me has llamado -bromeó Mónica-, te llevaste a otra y me dejaste plantada

Adriana abrió la boca sorprendida, después sonrió

-Bueno, tú estabas tonteando con Thais y tuve que buscarme una segunda opción..., pero esto aún se puede arreglar

El loco juego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora