Mi Peligroso Amor

Capítulo 19

Me han levantado el castigo, estos días me he portado bien, además es fin de semana, necesito distraerme un rato. Es sábado por la tarde estoy en mi habitación, buscando preparándome para salir.

Alonso sigue en mi casa, se encarga que todo vaya en orden, mis padres después de que le dejará caer el celular por el balcón me regañaron y de castigo no recibiré dinero por dos semanas; hicieron que le explicará mil veces lo de mi caída y porque había llegado hasta con puntadas, obviamente no me creyeron lo de mi caída.

Juro que el maldito de Alonso me las pagará.

Me alisto con un short ya que no puedo usar jeans por la herida, una blusa de mangas recogida hasta el antebrazo gris, reloj, mis converse.
Y me dejo el pelo suelto.

Me pongo un de perfume y me sigo cepillado mi cabello. Escucho que el celular suena y contesto sin ver quien es

* - Dime - contesto

-estas muy alegre.. y eso que esta Alonso ahí - es Brian

- yo sé.. he pensando en irme a tu casa.. te juro que me acomodo donde sea hasta en el jardín con tu perrito - me burló.

-yo sé que es insoportable.. por eso no he ido a tu casa.. por eso llamaba..

- me dejas sola en los peores momentos..

- Claro que no.. oye.. necesito que me desees suerte hoy salgo con Elizabeth.

- Mmm.. suerte Brian.. - le digo sin ánimos.

- gracias Miller.. te quiero muchísimo..

- Adiós Brian... *

Hubiera seguido la conversación pero no soporto que salga con esa mujer.

Le Cuelgo y me acuesto en mi cama. Estoy cansada ya que ayer no dormi casi nada.

Eran las 9 de la mañana, y escucho mi teléfono sonar.

*- estoy afuera de tu casa...

- ya bajo.. *

Salgo corriendo, para que Alonso no me mire ni mi nana. Salgo por la puerta de atrás. Hoy Andrew me llevará a un lugar, no quiso entrar en mucho detalle

Salgo de mi casa y me dirijo a su coche.

- pensé que saltarias las rejas otra vez - me sonríe y abre la puerta para mí

- pff, saltar las rejas es mi fuerte- le digo con ironía

- si tanto.. que te hiciste una herida.. - se burla de mi.

Subo al coche y espero a que rodee, cuando entra me regala una sonrisa y toma de mi mano

- como sigues.. - me dice tiernamente.

- estoy bien... Me quedara una horrible cicatriz, pero estoy bien - le guiño el ojo.

Empieza a sobarme la pierna. Le tomo la mano, y la acaricio mientras él conduce.

Voy viendo por la ventana, la ciudad los edificios, la enorme empresa de mis padres, si ellos estuvieran aquí, no tendría el valor de hacer estas locuras que ahora estoy haciendo.

Al llegar a su casa. Me mira y le suelto la mano.

- lista? - me sonríe.

- más que lista... - le sonrió.