Mi Peligroso Amor

Capítulo 26

- sabes hace cuanto no la miraba, - me dice mientras hace la cabeza hacia atrás - hace 13 malditos años - tira un jarrón que estaba en una mesita.

Me quedo sin decir nada detrás de él, se dirige hacia los grandes ventanales del apartamento, y se pierde por un par de minutos, sin decir nada. Sólo viendo la ciudad desde ese lugar.

Jamás había visto llorar a un hombre tan dolido, tan herido por su propia madre.

- nunca se preocupo por mi hermana, ni mucho menos de mi, que mierda hace ahora acá, arruinandome la puta vida. - dice sin quitar la vista de la ciudad.

- te molesta si pregunto por tu hermana - le digo tímidamente.

- no me tienes confianza todavía - se voltea y me mira

- esque.. - Encojo los hombros, y me quedo sin palabras.

Sonríe, y camina hacia mi y se sienta - mi hermana se encuentra en España, sé muy poco de ella - me da un beso en la mejilla y me abraza.

Su aroma, su irresistible aroma me enamora aún más, me siento un poco extraña al sentirlo su calor en mi cuerpo, me estuviera derritiendo si aún fuera aquel hombre que conocí desde un principio, que no le tenía miedo.

Suena mi celular, y Elliot me abraza más fuerte aún, y me acuesta en sus piernas sin soltarme, sin dejar de abrazarme, me empiezo a reir ya que empieza a darme mordiscos en el cuello.

Se detiene, y saca mi celular del bolsillo de su camisa..

- tu nana - me entrega el teléfono.

*
- Emily quedamos de ir al centro comercial - dice mi nana en la otra línea.

- si claro, Brian irá con nosotras... llegó en 15 minutos.

- en 15 Emily, tengo que llegar a ver mi novela

- esta bien nana- me rio nerviosa. *

- donde irás con Brian? - dice Elliot con un vaso de whisky y un puro en sus dedos saliendo de la cocina.

- alguna vez dejas de fumar - le digo desde el sofá.

- no - sonríe - es mi debilidad - me guiña el ojo - al igual que usted Señorita Miller.

Agacho la cabeza y sonrio, me levanto a dirección donde he dejado mi mochila.

- señor McColl, porque me dices esas cosas, tengo 17 no 14 años - cruzó los brazos. - no será tan fácil volver a ganar mi confianza.

- a que se refiere? - sonríe levanta su ceja.

- a que no me voy a creer lo que acaba de decir - le guiño el ojo.

- con usted es diferente..

Lo quedo viendo fijamente, sin decir ninguna palabra los dos, solo nos miramos, resistiendo las ganas de besarlo.
Me pego a la pared, cerca de la puerta del elevador, lo sigo viendo y él a mi.

Sé que también se resiste a tomarme y besarme. Pero llega ese momento donde él no puede más y decide acercarse a mi, pero las puertas del elevador se abren y se detiene.

Él simplemente sonríe, pero se lamenta por dentro, muerdo mi labio sonriendo, seduciendolo, entramos al elevador.

- alguna vez has pensado dejar este negocio - le digo tiernamente.

Levanta la vista de su celular, y me mira fijamente

- a que se debe su pregunta señorita Miller. - me sigue viendo.