No me puedo creer que hayan vuelto las pesadillas, y menos que Ethan haya tenido que lidiar con ellas. De cosas como estas es de las que quería alejar al tatuado, no quiero que tenga que pelear batallas que no son suyas. Solo soy yo la que tiene que cargar con las consecuencias de lo que ocurrió.
Ethan tenia razón cuando dijo que una ducha ayudaría a despejar mi mente, cuando salgo con la toalla asegurada a mi cuerpo, me siento bastante mejor y me asomo al ventanal de la habitación para saber que ropa ponerme, el cielo está gris, justo como mi estado de ánimo, y las calles están bañadas en agua con cientos de charcos en los que, muy probablemente, los niños saltaran hasta el aburrimiento. Pero mi mente solo puede traer recuerdos de aquel fatídico día, la lluvia y el frío hace tiempo que perdieron su encanto para mí. Intento dejar los malos recuerdos a un lado, y me centro en la ropa perfectamente organizada dentro de mi maleta, no me complico mucho y prácticamente saco los primero que pillo, o, mejor dicho, lo único que me queda limpio, ya que hoy volvemos de nuevo a la ciudad.
Bajo las escaleras que me separan de la cocina para encontrarme con Ethan colocando las tazas en la mesa a punto de sentarse, así que dejo el mal rato que pasamos antes de lado y me siento al lado suyo, buscando que el calor de su cercanía consiga derretir a mi pobre corazón de hielo.
Después de desayunar decidimos dar un paseo por el pueblo ya que no parecía que fuera a llover otra vez, y no puedo negarlo, me alegra que así sea, sobre todo porque esta tarde debemos coger el coche y no soy capaz de montar en uno si está lloviendo. No desde aquel día.
- Nena, ¿estás bien? -pregunta Ethan acariciando el dorso de mi mano- estás muy callada.
- Si, si tranquilo, es solo que estoy un tanto reflexiva. Perdón si no soy la mejor compañía del mundo en estos momentos.
- Stella...- parece pensar las palabras antes de decirlas, más de lo que usualmente lo hace- no siempre podemos estar de buen humor, pero eso no es malo, al contrario, si siempre estuviéramos igual la vida sería muy aburrida ¿no crees? Si no tuviéramos esos cambios de emociones no conoceríamos lo que es el amor, por ejemplo, porque no puedes distinguir lo bueno si no has conocido lo malo, no puedes conocer la felicidad si no sabes lo que es la tristeza. La vida en un cambio constante, lo que los filósofos llaman devenir, y debemos adaptarnos a él, aunque nos cueste. Hay cientos de planes que podemos hacer, pero a mi me basta con estar cerca de ti, incluso si no me hablases seria feliz viéndote, observando cada uno de tus movimientos intentándolos grabar a fuego en mi memoria para nunca perderte, para jamás olvidarte.
No lo dejo terminar y poso mis manos en su nuca acercándolo a mi para poder besar los labios de los que acaban de brotar las palabras más bonitas que nadie nunca me había dicho.
¿Qué habré hecho yo para merecer a un chico como Ethan?
- Ven quiero enseñarte algo.
Sigo al tatuado por una pequeña calle hasta que llegamos a un callejón sin salida, y de pronto, ante nuestros ojos se alza un muro con un grafiti precioso, se nota que ha sido hecho hace varios años, pero aun así me impresiona. El rostro de una mujer con expresión lujuriosa, pelo como el fuego y mirada esmeralda parece devolverme la mirada, observo el dibujo casi sin respirar, por miedo a poder dañarlo, ni siquiera soy capaz de decir nada. Examino el dibujo al detalle pues no quiero perderme ni un ápice, cuando, de pronto, algo llamada poderosamente mi atención, en la esquina inferior derecha de la pared, una curiosa letra "E" actúa como firma del autor de este pedazo obra de arte, porque no se le puede llamar de otra forma.
Al principio mi mente está tan perdida en los trazos que no caigo en la cuenta de algo.
- ¿Lo hiciste tu? – no hace falta que me responda porque la sonrisa tímida que cuelga de su boca y sus mejillas sonrojadas me lo confirman- no me lo puedo creer es impresionante Ethan.
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NOSOTROS
Teen FictionStella es maestra en una escuela. Ethan es tatuador. Aparentemente no tienen nada en común, pero un pequeño incidente hace que sus vidas se crucen. El peso del pasado, el miedo a amar a otra persona y la impulsividad serán determinantes en esta nuev...