ETHAN
Cuando esta mañana recibí la llamada del colegio de Maddie diciendo que algo la había pasado, sentí mi corazón saltarse un latido, no había comenzado bien el día y esa fue la gota que colmó el vaso, y, como era de esperar pagué el pato con quien no debía. Se que la profesora de Maddie no tiene la culpa de lo que pasó, como bien me aclararon mi hermana y la directora, Stella estuvo pendiente en todo momento de mi hermana como si fuera la suya propia, pero para mí desgracia yo soy de esa clase de personas que actúa y luego piensa, sobre todo cuando se trata de mi hermana.
Por eso, cuando salimos del despacho de la directora, quien es una íntima amiga de mi familia desde antes incluso de que yo naciera, comencé a pensar en la mejor forma de pedirle perdón. Pedí ayuda a Maddie, porque, al fin y al cabo, pasaba un montón de horas al día con su profesora, y, después de mucho pensar, recordó que, en uno de sus brazos, lleva tatuada una rosa. Y, en mi cabeza, y gracias a mis años de tatuador, si una chica se tatuaba algo era porque o bien le gustaba o bien significaba algo importante para ella, por lo que me pareció una idea brillante comprarle un ramo de rosas a modo de disculpa, claro que, cuando fuimos a dárselo, me di cuenta de que Stella es una chica sencilla, y que para ella valía más una palabra que un regalo, pero no pudo negar que le gustó el ramo, lo vi en sus ojos, en esos ojos que no consigo sacarme de la cabeza, esos ojos grises que llevo queriendo volver a ver desde que salí de su clase.
Estoy en el estudio de tatuajes cuando escucho la puerta del local abrirse, no espero a nadie a estas horas, es más, estoy a punto de cerrar ya, por lo que salgo de una de las salas de tatuar y voy hacia la recepción, donde veo a Oliver, mi mejor amigo, cotilleando los nuevos diseños que he colocado en la pared.
- ¿Qué se te ha perdido por aquí? – pregunto sorprendido.
Puedo contar con los dedos de una mano las veces que Oliver se ha dejado ver por el estudio de tatuajes.
- ¿Así tratas a tu mejor amigo? – dice haciéndose el indignado- deberías agradecerme, vengo a sacarte de tu aburrida y monótona vida.
- ¿Cómo lo vas a hacer? si se puede saber.
Empiezo a apagar las luces y a recoger las pocas cosas que han quedado fuera de su sitio, hoy ha sido una tarde tranquila después de cómo empezó el día.
- Pues resulta que esta mañana conocí a un pibón que te cagas, y la he invitado a cenar, y como soy tan buena persona y pienso siempre en los demás...
- Oh no, me parece que sé por dónde vas, y mi respuesta es no.
- Pero si todavía no he terminado de hablar ¿cómo sabes lo que te voy a decir?
- Me lo puedo imaginar, algo así como que le has pedido que se lleve a una amiga, y ahora estás aquí intentando convencerme de que vaya a esa estúpida cita doble que has organizado ¿o me equivoco?
- Venga tío, no seas muermo, que lo hago por ti, además hoy no te toca cuidar de la enana.
Lo observo fijamente evaluando los pros y los contras del plan, es cierto que no me toca cuidar de la enana, y que llevo bastante tiempo sin salir una noche por ahí sin ataduras, pero en este momento de mi vida no me apetece andar teniendo citas con desconocidas así por así.
- Vamos Ethan, no le des tantas vueltas, vente, y si no te gusta la tía coges y te vas.
Odio ser tan fácil de convencer de verdad, pero también tengo derecho a disfrutar ¿no?, no voy a ser siempre el amigo serio y trabajador que no hace nada más en su vida que tatuar y cuidar de su hermana pequeña.
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NOSOTROS
Novela JuvenilStella es maestra en una escuela. Ethan es tatuador. Aparentemente no tienen nada en común, pero un pequeño incidente hace que sus vidas se crucen. El peso del pasado, el miedo a amar a otra persona y la impulsividad serán determinantes en esta nuev...