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Zhan miraba como Yibo hacia su maleta... Parecía que le dejaría tranquilo por un momento... Aunque sería mejor si le abriera la puerta. Estar dentro era aburrido.

— A-Yi! Apúrate si vas a ir... Tenemos que salir en los próximos cinco minutos.

Liying se burló. — Por supuesto que irá. Su novia está enojada con el y no tiene nada que hacer el fin de semana.

— Jovencita! No te metas!... — El padre regañó.

— Deja de hablar de mi a mis espaldas.

— ¿Y el conejo?¿Cómo se llama?...

— Tonto... Se llama tonto. ¿Qué con el?

— ¿No pensaras dejarlo por más de tres días solo en esta casa?

— ¿No pensaras tu que me lo voy a llevar?

— Yibo! Adoptaste un animal... Tienes que hacerte responsable. — El padre miró el reloj. — Tienes dos opciones a estas alturas. O te lo llevas contigo, ya que estaremos en una finca o... Te quedas y lo cuidas.

— Papá, yo no me voy a encartar con un conejo.

— Bien. Te quedas cuidando la casa.

— Pero...

— Ya hablé...

— ¿Mamá?

La señora negó anunciandole que no se iba a meter en la discusión.

— Bien... Bien... Llevaré el animal.

— ¿Cómo se llama? ¿No le has puesto un nombre?

— Creo que Lu dijo que se llamaba Xian o  Zhan, algo así. —

— Si, Zhan... Me llamó Zhan... El conejo revoloteo un poco. Era la primera vez que lo llamaban por su nombre.

Yibo levantó sus hombros restandole importancia. Subió a su habitación  y tomó a Zhan en su pequeña jaula.

— Más te vale que te portes bien. Con lo molesto y destructor que eres, yo te pondría Yilling Laozu.

Zhan trató de actuar feroz... Mostrando sus dientes. No entendió que le dijo que Yibo ni quien era eso que dijo, pero sabía que le estaba retando. Así que él no se iba a quedar atrás.

Yibo sonrió...

— Quién te viera, que te compre. — Se burló y Zhan sintió que su cara se calentaba. El infló sus cachetes y bajo sus orejas como si quisiera cubrir su rostro.

El viaje era largo

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El viaje era largo... Zhan a medio camino no tardó en ponerse un poco inquieto. El sonido que hacia el conejo desespero un poco a su padre ya que sus dientes rechinaban contra el metal de la jaula.

— Sacalo y dale un respiro.

A regañadientes Yibo lo saco y lo puso sobre su regazo. Zhan estaba expectante y se había puesto más nervioso estando cerca de Yibo... El cuerpo del chico, su pecho se sentía duro debajo de sus patas... El empezó a oler de forma tímida.

El hecho de que Yibo se hubiera masturbado en la mañana hizo que su aroma de alfa el cual no dejaba percibir tan fácil estuviera impregnado en su ropa. Zhan quería oler más.

— Vamos a comprar unos snacks. Así que dale una vuelta mientras tanto para ver si hace sus necesidades... — Dijo su madre.

Para ese entonces, el conejo... Quería hacerse sobre Yibo, sin embargo al ser sacado del auto no se pudo controlar más.

Yibo sintió ese aroma dulce de nuevo... Era leve... Su piel se erizó.

El buscó alrededor, al omega dueño de ese aroma dulce... Pero no había nadie alrededor.

— ¿BoDi? ¿Todo bien?

— Mn... — Asintió para Liying.

Y tomó  a Zhan... Quien en cuanto se subió al carro no pudo tolerar más debido al aroma y empezó a restregar su nariz contra el cuerpo de Yibo...

Liying los observaba. — ¿A todas estas? ¿Es macho o hembra?

— No lo sé... Tampoco me importa.

— Puedes saberlo mirándole... Aquí.

— Hey! — Zhan se quejo. — No debes tocar ahí! Mamá dice que no debes tocar ahí! — Zhan por poco muerde a Liying... Si llegaba a tocar... Sin embargo el que rebuscó y sin querer rozó esa parte con curiosidad fue Yibo.

Zhan se levantó en sus patas traseras y por poco se va para atrás. Su corazón se aceleró...

Yibo lo habia tocado ahí donde su mamá le dijo que no se dejara tocar y eso se sentía raro. Estaba asustado...  Su mamá lo iba a regañar.

Yibo pensó que el conejo finalmente  se estaba portando bien. Había que reconocerlo... Le había dado un par de caricias y había sacado los vegetales que había traído para el.

Liying sonrió pensando que finalmente el conejito le tenía un poco de confianza a Yibo y se portaba bien. Pero finalmente, Zhan lo hizo y Yibo casi lo estrangulaba cuando el conejo orinó sobre el...

Zhan no se pudo controlar... Después de perseguir ese resquicio de aroma que no sabía de que se trataba el... Solo... Hizo lo que su cuerpo y esa vocesita interior le dictó. 

El aroma del alfa lo había tenido mareado y su cuerpo actuó en contra de su voluntad.

Yibo puso al animal en la jaula y no lo saco más de ahí, totalmente molesto.

— En cuanto regresemos, te devolveré con Lu. — Gruñó.

Zhan se tenso y aunque sintió un sabor agrio, encontró un juguete de inmediato... El aroma del alfa no se sentía en el ambiente. Así que estuvo tranquilo hasta que llegaron.

💚❤️

🙉🙈🙊

My Dear Bunny《Yizhan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora