- ¿Yibo?
- Se dice Buenas Tardes. - Liying había abierto la puerta. Era medio día y Cheng Xiao apareció exigiendo por su hermano.
- Buenas tardes cuñada. - Sonrió de forma hipocrita. Sabía que la mayor era una de las que más esperaba que ella rompiera con Yibo. - ¿Dónde está mi alfa?
- No está. - Ella de verdad tenía intenciones de cerrar la puerta, pero la omega le gruñó a la beta. - Gracias por invitarme a pasar... Eres un amor. Lo esperare arriba.
- No!
- ¿Osea que si me lo estas negando?
- Le diré que baje si esta despierto.
- Yo lo despertare con un beso. Estoy segura que se pondrá feliz de verme.
- Pues no! Mis padres no están..no. Yo estoy a cargo de la casa y para mi no eres bienvenida. O esperas aquí o te vas.
Cheng Xiao empezó a hacer sonar el tacón de su zapato impaciente. Sin embargo Liying no pudo dejar de ver ese accesorio que siempre cubría su cuello...
- Que lindo!
Cheng Xiao se hizo para atrás de inmediato. -¿Dónde lo compraste?
- Es para omegas. No para betas. - Sonrió nerviosa..
- ¿Me lo dejas ver?
- No. - Negó de forma frenetica. - Llama a mi amor. Ya!
Liying soltó un bufido. Subió al cuarto de su hermano... Tocó repetidamente.
- Yibo...
De nuevo golpeó la puerta.
- Yibo!
Al no encontrar respuesta, la mayor abrió. Liying no podía sentir las feromonas, pero el ambiente era pesado... Instintivamente se cubrió la nariz.
— ¿Qué significa esto?
Yibo estaba dormido... Había chapado a Xiao Zhan tanto en la noche tratando de calmar las necesidades del conejo y estaba exhausto. El también se había corrido un par de veces pero se forzo demasiado a controlarse ya de que el deseo ardiente de llenar al omega de su esencia y de marcarlo estaba tan latente.
El olor a sexo también invadía la habitación. — Eeww — Tomó el spray que Yibo siempre tenía en la mesita de noche. El castaño se había sentado aperezado sin abrir los ojos. — Eres un cerdo! Esto apesta a... ewww... Le diré a mis padres.
Yibo bostezo restandole importancia al asunto, en el instante siguiente recordó lo de la noche anterior...
Zhan...
— Por cierto. Tu novia te està buscando. —
Mierda.
Abrió los ojos en el acto.
Zhan estaba en su forma de conejo y solo así pudo sentirse un poco aliviado... Escuchó los pasos afuera...
— Mi amor!!! Sorpresa!!!
Cheng Xiao Abrió la puerta.
En seguida su rostro mostró repulsión.
— ¿Dónde está? ¿Quién es?
Liying miró a Yibo. — ¿Y está loca?
— ¿Dónde está? ¿Por qué tu aroma está combinado con el de un omega? Eres un maldito infiel.
¿Un omega? — ¿Tenías un omega aquí en la casa?... Didi te felicito!!!
— No te metas en esto. Eres tan tonta... Ni siquiera porque eres mujer puede ser empatica.¿No ves que tu hermano es un idiota infiel? Deberías ayudarme. ¿Quién es?
— Pues será porque eres una niñita insoportable. No se quien es y si supiera no te diría.
— Liying! — Yibo indicó la puerta mientras se cubría su cuerpo. Se puso de pie.
Cheng Xiao estaba furiosa. Su alfa tenía unas marcas por todo el cuerpo...
— Tenemos que hablar. — Yibo le indico que se sentara en la cama.
El conejo había despertado y al sentir un aroma que no era el de su dueño y que tampoco le gustaba comenzó a hacer que sus feromonas se sintieran aún más mientras corría inconscientemente al rededor del alfa y se sobaba en sus pies... Hasta que Yibo lo levantó y lo puso en su regazo para tranquilizarse el mismo.
El omega de Cheng Xiao no sabía de donde pero se sentía retado, así que tomó el conejo y lo puso en el piso buscando los cariñitos de su novio.