Zhan sintió un poco de pena por lo que había hecho. No había sido el sino su omega quién sin miramiento había mordido el dedo de la chica cuando está intentó tomarlo para quitarlo del regazo de su humano. No lo suficientemente fuerte, pero lograba alejarla.
Yibo lo iba a asesinar por eso...
No sucedió...
El aroma del alfa y la caricia en su esponjosa colita fue como un premio. Zhan se preguntó si era que debía morder otra vez...
— No lo toques! — El alfa de Yibo también amenazó mirandola de forma oscura a la vez que se inquietaba.
— ¿Cómo? Es nuestro bebé...
Eso lo distrajo. Posó su mano sobre el conejo y lo apretó contra su cuerpo. — Mío! ... — En seguida tomó una bocanada de aire y dejó de enseñar sus colmillos. — Quiero terminar. — Finalmente le dijo.
Cheng Xiao, apenas tenía 16, asi que era de esperarse que su actitud fuera infantil. Estaba tan molesta con Yibo, por lo que bruscamente arrebató el conejo. — Me quedo con los bebés.
Por primera vez Yibo pudo percibir el aroma de la omega. Cheng Xiao estaba intentando seducirlo...
¿Ahora?
¿Cuándo ya no quería nada?
Si lo hubiera hecho 15 días antes estaría dichoso.
La omega se sentía retada por las feromonas con olor a vainilla en el ambiente, dulce pero suave. Mientras era como a chicle.
Molesto.
Cheng Xiao acurrucó a Zhan contra su cuerpo.
— Soy tu novia! Tu omega! Hasta que reflexiones no veras a los bebés.
Zhan sintió la sensación amarga en su garganta.
Novia...
Omega...
Su humano tenía una omega.
El entendía algo y era que Cheng Xiao no olía a su humano.
Sus ojos se pusieron vidriosos sin saber porqué... El se colgó del accessorio en el cuello de la chica.
— Quitamelo! Quitamelo!
Zhan quería ser liberado y Yibo lo tomó. Necesitaba con urgencia extraña orinar entre más cerca de su humano, mejor...
— Ese animal es agresivo. — Lo desafío.
Yibo soltó un bufido. Y volvió a acariciar al conejo haciendole sentir seguro...El se quedó dormido porque no había dormido nada el dia anterior. — Te dije! No lo toques! — Después soltó una carcajada. El conejo había expuesto algo. — Pensar que me alcancé a sentir culpable...
La mirada de Yibo en su cuello la hizo poner nerviosa, ella se cubrió con su mano.
— ¿Cómo es que estas marcada y no fui yo? Vienes aquí asegurando que soy tu alfa, pero...
— Yibo... Mi amor. — por primera vez en mucho tiempo su tono de voz fue dulce. — Fue un accidente. Es algo temporal... — Expelio más de su aroma haciendo que el alfa de Yibo se tensara. — Sí tu me marcas ahora... Nadie nunca nos va a separar.
—¿ Por accidente? ¿Por accidente te caíste en la polla de alguien más pero a mi hermano ni le dejabas olerte? ... — Liying no había dejado de escuchar. Ella y Yibo peleaban todo el tiempo, pero siempre fue protectora con su didi. No dudo en sacar a la omega de la casa. Se limpió las manos como si hubiera sacado la basura... A pesar de que Cheng Xiao gruñó, la beta no se dejó amedrentar.
— Por fin.
Subió rápidamente de regreso a la habitación. — Ahora si me vas a contar...¿Quién es?¿Dónde lo conociste?