— Tienes que tomar una decisión.
El omega no podía respirar. — ¿Por qué no puedo tener los dos?
— Porque tu cuerpo cambiará después de que te marque. Para poder tener a nuestros cachorros todo en tu cuerpo va a ser diferente.
— ¿Y cómo son los cachorros?
— ¿Viste ese niño en el parque?
— Mn...
— Así pero más chiquitos.
Zhan se sonrió sorprendido. — ¿Yo puedo tener uno de esos? ¿Una docena?
— No. Una docena no. Solo uno o dos.
— Ahggg... Dos son muy pocos. Si le digo a mi mamá seguro se enoja por no poder hacer más.
La madre de Yibo soltó una carcajada. — Eres tan adorable... Debes saber que los cachorros requieren mucho trabajo. Más que cincuenta conejos... Los primeros meses no caminan solos y siempre tienen hambre. Debes alimentarlos con tu leche. — Zhan miró a sí mismo en su entrepierna.
La madre de Yibo se sonrojó y su padre pretendió que no había visto nada. — Más te vale que le aclares todas esas ideas.
Yibo se envolvió los labios. — De ahí no. —
Liying solo se burlaba de su hermano. — De tu pecho.
El se tocó y exprimió sin pena. — Baobei! Aquí no. Hay cosas que solo se hacen en la habitación. Los humanos solo le mostramos el cuerpo a nuestra pareja.
— ¿Les da pena?
Yibo acarició su cuello. — No necesariamente. Pero te pueden encerrar y darte comida muy fea por eso. Por pervertido...
— No me llames pervertido otra vez. Ya te dije que ese no es mi nombre.
— Lo sé. El asunto es.... No toques tu cuerpo delante de otros. ¿OK?
Zhan se mordió su labio inferior. Ser humano iba a ser difícil entonces quiso preguntar como le traían los bebés y recordó que tenía algo importante que lo estaba matando.
— ¿Yo nunca volveré a ser humano? ¿Nunca veré a mi familia como antes?Yibo trago entero. — Por ahora no. — Masajeo su cuello de nuevo. Esperaba que Zhan no lo odiara por eso. — mientras tengas esta marca serás humano. Después... — Bajo la mirada. No quería pensar lo que sucedería si Zhan no lo escogía a él. — Después de que pase debes elegir entre ser un conejo o un humano. Con tu celo llegó tu madurez y por eso debes escoger... Si te quedas conmigo o... — Los pies del castaño se movieron impacientemente. Su alfa le ordenaba marcar al omega permanentemente ahora...Ya... Sin mediar palabras. — Vuelves a tu vida de conejo.
El omega sintió el aroma agrio de su alfa... El no sabía que responderte. Extrañaba tanto a su madre que... Solo lo abrazó pero su corazón estaba partido en dos.
¿Por qué tenía que elegir?