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Zhan estaba enojado. Muy enojado... Cuando despertó de su sueño no pudo ver ni a Cheng Xiao pero tampoco a Yibo.

Lo primero que pensó es que su humano se había ido con esa chica.

¿Ella también se volvía conejo?

Uhg...

No le gustó tener a esa persona tan cerca de su humano, pero al parecer este le había preferido.

Tan molesto.

—  Vamos conejito.  Déjame verte. —  Yibo acarició varias veces su pelaje. Lo ubico en su regazo.

— No quiero. — Aunque repetía muchas veces, Yibo solo podía escuchar una especie de chillido amenazante.

Sin embargo, cuando el aroma sensual del alfa prolifero en el ambiente... Zhan empezó a sentir las oleadas de calor en su sangre y en su cuerpo... Mientras empezaba a oler insistentemente y empezaba a montar su pierna... Yibo lo sostuvo.

Se asusto y después se burló un poco cuando él conejo apareció en sus brazos.

— Alfa! — Zhan lo rodeó por el cuello y cuando sus ojos marrones se volvieron negros el alfa de Yibo se dio cuenta que estaba en un momento bastante álgido de su celo. — Mi alfa!  Muerdeme a mi! Yo... Ahgggs... — El líquido caliente se escurrió por en medio de sus nalgas. Yibo apreto su cintura y después posó sus manos en el trasero del conejo, acercó su lengua a la glandula, la lamió tanto que la piel se sintió suave. Su alfa estaba dichoso con el omega, Yibo no...

Yibo quería ver a Zhan cuando no estuviera en celo también.

Quería ir a cine, comer helado y  presentarselo a sus amigos... Menos a Haikuan.

Yibo si había salido justo detrás de Cheng Xiao, pero no con ella ni por ella. Necesitaba condones... Muchos.

Con Xiao Zhan, no sabía cuánto tiempo tardaría en llegar su celo también  y ya no podría resistirse más. Zhan se siguió balanceando hacia adelante y hacia atrás en el regazo de Yibo. — Mi omeguita, ¿Me dejas calmar tu dolor? ¿Confías en mi?

— Si alfa, por favor! Por favor... Mío! Mi alfa. — Zhan mordió el hombro de Yibo cuando un dedo largo se deslizó hurgando en su interior. El apretó más a Yibo entre sus brazos. El castaño lo miraba como si fuera a cazarlo, su mirada hacia que su piel se sintiera aún más caliente aún. Pensó por un momento que estaba enojado y se quedó viendo con cautela hasta que Yibo le sonrió y mordió de forma juguetona su mentón. Lo que en el conejo hubiera sido un chirrido, para el humano fue un gemido profundo cuando cuatro dedos estaban dentro de el separando sus nalgas... Dilatandolo... Yibo no lo quería lastimar ni mucho menos asustarlo.

— Besame alfa. ¿Si?

El castaño lanzó el ataque contra sus labios mordiéndo su labio inferior. Pero Zhan encorvo su espalda apartandose.

— Alfa! No hagas así con otros... ¿Si?.

Sólo pensarlo le ponía triste.

— ¿Qué quieres decir?

Yibo entendió perfectamente pero el quería realmente escuchar. — No necesitas otros omegas. Yo puedo ser... — Se sonrojó enseñando sus dientecitos mordiendo su labio inferior. ¿Donde estaban sus orejas cuando las necesitaba para cubrirse? El uso sus manos. — Yo te puedo ayudar.

— ¿Ah si?

— Alfa!

Yibo hundió su glande en el trasero de Zhan sintiendo que le apretaba a más no poder.

— Mi conejo. — El lamió su glandula y esparció su aroma combinándolo con el del omega. Su demanda de feromona para calmar su cuerpo era alta. Yibo no sabía cuanto podría durar.

El empujó de nuevo. Zhan dejó de respirar... — Se siente raro! ¿Es así como debe ser?

Su omega estaba excitado... Pero no era aún suficiente. Necesitaba más  hasta El punto que incluso sus entrañas se estiraran y fueran destruidas al limite. Necesitaba el fluido de su alfa dentro de si...

— Conejos! — Zhan separó la boca donde estaban los hilos de saliva aun mirando al cielo con su espalda encorvada.

Enseguida fue empujado hacia abajo por completo y sintió como su propia zanahoria expelia  un fluido blanco. Miro de nuevo con curiosidad... El aroma del omega se intensificó y el hecho de que Zhan recogiera su propio fluido y lo tragara cuando sus dedos...Hizo que Yibo empezará a empujar más y más fuerte y más rápido dentro de el.

Junto su boca y pudo sentir parte del fluido. Un beso acuoso y sucio... Algunas gotas se derramaron por la comisura de sus labios mientras movían sus lenguas de forma desordenada. La saliva se sentía tibia y al mismo tiempo el alfa se derramo dentro del condon.

El omega se sintió disgustado.

— Te dije que dentro de mí...

Se arrodilló en el piso....— Quiero mis conejos. Mis conejos... – Quiso llorar después de haberse sentido en el cielo.

Yibo palmeó su cara. Le tendría que explicar...

Lo curioso ahora era que... Zhan no había vuelto a su forma animal... Incluso después de un par de horas.

— Wang Yibo! ¿Qué significa esto?

Mierda.

Su padre había regresado a casa. ¿Cuántas horas habían pasado?

— Me abres la puerta ya! — Exigió su mamá.

My Dear Bunny《Yizhan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora