El alfa se sentía ansioso. Mientras toco la puerta empezó a mover sus dedos de forma impaciente.
— No está. — Yibo o su alfa, se devolvieron para el auto y le diria a su padre que había cumplido intentando devolverlo, pero Haikuan lo detuvo.
— Espera, llamemos. ¿Qué tal estén dormidos o escuchando música?
— 3422... — Empezó a dictar el número pero nadie contestó por un rato. — ¿Diga?
— A-Cheng estoy afuera. Traje el conejo de tu hermana de vuelta.
Mientras comentaba Zhan no quitaba sus ojos de encima del castaño.
En verdad había sido un conejo malo... Su dueño no lo quería.
Yibo paso entero sintiendo un dolor leve en su garganta mientras enfocó los ojos marrones del animal... Una parte de él parecía no estar satisfecha.
— Me hubieras dicho antes. Vinimos a ver a mis padres. No regresamos sino hasta mañana... Quiero hablar contigo también un asunto. ¿OK?
— Bien. — Finalmente su alfa se calmó. — Entonces volveré otro día.
Haikuan quiso levantar al conejo pero el castaño sentía repulsión por el acto así que no lo dejo, en cambio lo sostuvo todo el camino de regreso.
Los días siguientes, Yibo no se comunicó con Yangli y a pesar de que él conejo se le escapaba de las manos cada que quería mimarlo, este le huía. Al menos al comienzo...
Le dejo fuera... Y a Yibo le causaba gracia como el conejo se alimentaba llenando sus mejillas. El rozó su nariz y por curiosidad alcanzó su colita.
Se sentía bien.
Zhan se dejó.
Su mamá no dijo nada sobre su cola, así que él no vio ningún problema.
Su mamá...
Extrañaba a su mamá y a sus hermanos.
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Se distrajo en poco tiempo debido a que le habían puesto una zanahoria grande. Yibo había descubierto que era su vegetal favorito de comer.
Sonrió de ver como el conejo devoraba pero en seguida borró su sonrisa debido a que su teléfono vibro y apareció el nombre de Cheng Xiao. Llamada entrante.
Yibo la ignoró... Se sentía fastidiado.
Su humor era bueno y no quería dañarlo.
No sabía que haría con su novia realmente.
¿Era realmente el un novio tan malo?
Se recostaba y ponía a Xiao Zhan en su pecho. Era increíble como el conejo se quedaba quieto encima de él y cualquiera diría que lo estaba mirando.
— ¿Qué quieres? ¿Quieres otra zanahoria? — Le habló en un tono dulce... Y Zhan quiso esconderse detrás de sus orejas avergonzado. — Jajaja... Mírate! Eres una cosita tan bonita...
Yibo se burló de sí mismo... ¿En serio estaba hablando con un animal?. Acarició sus orejas y su cola... Entonces le dio un besito en su nariz.. El conejo se sobresaltó y en seguida el aroma de vainilla dulce.... Muy dulce... se desplegó como nunca desde su glándula...
El calor se acumulo en el vientre del castaño en el acto. Conocía esa sensación... El conejo en su regazo había empezado a moverse de forma sugerente... Hacía delante y hacia atrás repetida y frenéticamente.
Oh...
Oh...
Zhan hizo un esfuerzo en vano por detenerse. Vertió de nuevo su líquido sobre el alfa... Que venía acompañado de otros más lujuriosos pero eso es no lo sabía.
Tampoco sabia que estaba haciendo. Sentía mucha sed...Todo en el parecía derretirse.
— Papá! ... — Yibo tenía que salir de ahí. Necesitaba aire fresco. Había lavado todo hace unos días y todo había estado normal hasta ese momento.
Reblujo los cajones del baño y se tomó dos supresores tan rápido. Ni siquiera era época de su celo. Faltaban dos semanas.
Zhan desconocía esa sensación de calor tan intenso que hacía que su sangre hirviera como lava... Oh... Había algo malo con el.
Buscó a Yibo con la mirada por todo el cuarto...
— Alfa...
Una vocesita interna fue suplicante.
El se revolcó enredandose en todas las prendas que Yibo había dejado en la cama.
— Alfa...
El sintió como sus partes se empezaron a llenar de fluidos calientes. Todo alrededor de él parecía humeante y vaporoso. Siguió moviendo la parte baja de su cuerpo contra la cama de forma inconsciente.
