Presente

73 10 2
                                    


KATNISS.

—¿Quién era ese? —preguntó Aspen cuando el nuevo camarero se alejó. Eché un vistazo en su dirección, sorprendida de que Finnick haya contratado a un nuevo chico tan de repente, pero luego volví mi atención al alcohol que recubría la pared del fondo, ya que por esa razón me encontraba aquí: tomar algo y caer en algún lugar entre gratamente adormecida y totalmente ajena. Mientras Noel le decía a Aspen que más tarde iba a explicarle todo, traté de decidir con qué veneno me ahogaría. ¿Tequila? ¿Vodka? ¿Ron? ¿Bourbon? Casi cualquier cosa serviría. Para ayudarme a olvidar. Puede que tuviera un pequeño ataque de nervios antes en la peluquería. Aspen y yo entramos, totalmente preparadas para cortar casi cada centímetro de mi pelo, pero en el último momento, cuando la mujer sacó las tijeras, enloquecí. Me eché a llorar, diciendo que no podía hacerlo. Aspen me acariciaba la espalda al tiempo que me llevaba afuera con todo mi pelo todavía intacto, diciéndome que estaba bien que llorara. Así que lloré más porque no podía decirle que no lloraba por Cam. Entonces lloré un poco más porque probablemente debería haber estado llorando por Cam.

 Debí llorar por la pérdida de confianza que él me despojó cuando me traicionó y sintió la necesidad de recurrir a otra mujer. Y me sentía estúpida, expuesta y tan insegura después de darme cuenta de que yo no era suficiente ni siquiera para mantener el interés de alguien como Cameron Finkle.Y sin embargo, no lloraba por esa razón. Debí llorar porque me sentía horrible por no amar a Cam, por no estar devastada cuando todo se terminó entre nosotros. Tenía que haber llorado al darme cuenta que me convertí en una arpía insensible por no preocuparme tal como debería por las cosas.Tampoco lloré por ese motivo. Lloré como un bebé, porque no fui capaz de cortarme el pelo, porque no podía dejar de honrar a un hombre que nunca volvería a ver. Lloré, porque no podía dejar de amarlo como deseaba con tanta desesperación. Lloré porque lo extrañaba. Al final de todo, Aspen anunció que iríamos a la noche de mujeres en Forbidden para relajarnos, es decir, emborracharme completamente. En realidad, empezamos a beber en su casa, pero supuse que ella no quería que los hermanos menores de Noel me vieran convertirme en una ebria llorona y descuidada... o tal vez solo quería pasar un poco de tiempo con su chico mientras éste trabajaba.
En cualquier caso, ya había llegado a un lindo estado de mareo y confusión. El caos a mi alrededor también era una distracción agradable. Tenía un montón de otras cosas en que pensar ademas de...  Grité sorprendida cuando alguien se acercó por detrás de mí y me agarró por los hombros antes de plantar un beso rápido en mi mejilla.

—Hola, Katniss. —Asher se sentó en el taburete a mi lado—. Escuché que por fin te deshiciste de Cam. Así que... te pido yo.

—No lo creo, imbécil. —Gale apareció al otro lado de Aspen—. Ella va a tener sexo con Caroline y conmigo. —Me guiñó un ojo—. ¿No es cierto, Tres ? Arrugué la nariz.
—Eso no es cierto. Y deja de llamarme Tres. Nunca... ni loca... voy a responder a ese nombre. Gale sonrió y me señaló.

—Pero acabas de hacerlo. —Alzó la mano en el aire y añadió un triunfal—: Viva. Rodé los ojos. —Todavía no puedo creer que me pidieras que fuera tu número tres.

—Yo sí lo creo. —Asher recogió un puñado de nueces del tazón delante de mí y las metió en su boca—. Es así de imbécil.

—Espera, ¿él hizo qué? —Aspen se dio la vuelta para mirar boquiabierta a Gale. Buscó con la mirada a Noel. Cuando se aseguró de que el hermano de su esposa estaba ocupado, levantó un dedo en mi dirección.

—Para tu información, no comparto a mi mujer con cualquiera, muchas gracias. Eres la única persona a la que le hemos pedido que sea nuestra número tres. Digo, estuve momentáneamente tentado a pedírselo a Amisha, la nueva amiga de Caroline del departamento de filmografía, porque ella es jodidamente sexy, pero me di cuenta de que tal vez iba a tomarse la oferta en serio, así que te elegí a ti. Deberías sentirte afortunada.

Mi Felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora