Relatos, Cuentos y Azares

No Soy Bueno

Nunca lo seré, jamás lo fuí.

Evado mi reflejo en el que solo hay odio y asco ¿Cuándo podré terminar esta condena? Se taladra mi espalda con con el peso de mis pecados, imperdonables aún para el mayor de los dioses. Cada pasó que pesa como un navío transatlántico, cada respiro que apuñala mi corazón marchito. Sin luz en mus ojos camino, sin lumbre en la senda viajo.

No hay cadena más fuerte que una que no se sabe quitar. Me detesto con pasión, cada fibra de mi ser busca interminable ser borrada de la existencia, desvanecer mi nombre y memoria ¿Quién creyó que era buena idea arrancarme del vacío hacia esta agonía? ¿De quién es el sádico placer que sacia mi llanto?

No soy bueno, nunca lo he sido, jamás lo seré. Porque todo lo que está cerca de mi sale herido, porque la sangre llena mi cuerpo y me cubre cuál manto a un bebé. No soy bueno, te digo, no es negligencia si lo he intentado de una y mil formas, y cada mañana me devuelve a la cama el golpe con la realidad que me dice que no valgo la pena, un manojo de aptitudes desperdiciadas, aire que no merezco y que me flagela con las memorias de mis pecados cada vez mas vividas, pecados que traspasan todo posible perdón, y el hueco en mi corazón empieza a tomar forma de bala.

Lo siento mama, lo siento papa, no soy bueno, no soy lo que debí ser, no pude. Esta vida me quedo grande y no se como recuperar el rumbo. Con razón todos me abandonan, no tengo derecho al amor, finalmente nunca aprenderé a amar. Perdón.

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