In Corde Meo Habitas

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Y ahora... De a pocos te vas desvaneciendo, pero no quiero, no quiero que te vayas de mi vida, pues aún si la eternidad cabe en cada segundo que compartimos yo quiero que toda eternidad sea contigo, quiero ver el sol únicamente cuando se cuela entre tu cabello y conocer el mundo que se refleja en tus ojos. Es lo mejor, y lo sé... Pero no puede ser la única opción... Me he vuelto impaciente y cascarrabias en mi deseo de que este dolor se vaya convertido en el amor que he guardado para ti en estos años. Maria Camila, luz de mi alma, ambrosía en mi naufragio, sé que no volverás y no tiene sentido insistir, pero déjame creer que si, quiero jugar a qué mañana te veré y se dará el abrazo que debió ser, el beso que tanto esperé junto a los miles y cientos que nos prometimos... Déjame creer en la vida que siempre soñé.

"Sólo el silencio testigo
ha de ser de mi tormento;
y aún no cabe lo que siento
en todo lo que no digo."
Eco y Narciso - Pedro Calderón de la Barca

Relatos, Cuentos y AzaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora