Es algo majestuoso cuando el cuerpo, la mente y el corazón congenian para tener el mismo deseo. Es maravilloso tener lo que más deseas delante de tus ojos, pero es bochornoso ser rechazado por ello, y aún más vergonzoso saber que has sido utilizada para una venganza—¿Disfrutaste vernos? ¿Cierto?
—¿De hablas? —mi voz es inconstante, el calor me absorbe con cada segundo que transcurre. Byron se halla frente a mí con una sonrisa de suficiencia en sus labios, luce tranquilo e realizado. Aún no sé hacia dónde va su desquite, pero está arrasando con mi paz mental
—Hablo de aquella noche en la que me espiaste tras la puerta mientras tenía sexo violento, ¿o crees que no lo recuerdo? Ah
Me encuentro tan fogosa en estos momentos, que ni siquiera ciento vergüenza cuando él hace mención de aquella madrugada. Es por ello que estoy completamente segura de que él me ha hecho algo, evidentemente esta no soy yo. Así que aprovechando de mi descubrimiento, pregunto —¿Qué me has hecho?
La sonrisa en su rostro crece a más, haciendo notable los hoyuelos en sus mejillas. Sus brazos los cruza sobre su pecho, y la satisfacción es visible en toda su corpulencia
—Eh colocado un afrodisíaco en la botella de agua que has bebido a lo largo de la tarde. Pero no te preocupes, no haré nada de lo que quieras. Tendrás que conformarte con observarme —responde tal engreído y el brillo en sus ojos se hace presente, yo en cambio comienzo a experimentar sentimientos de ira al verlo pavonearse delante de mí
¿Acaso está insinuando que lo deseo?
—¿Dirás que no lo disfrutaste? —inquiere alzando una ceja —Dirás que no deseaste sólo por un momento ser tú la que estuviera sobre aquella cama
La ira pasa a convertirse en lujuria, el calor llega a mí y se funde en cada una de mis extremidades. El recuerdo de aquella noche retorna a mí como un tornado, arrasando con cada pensamiento coherente que pudiera existir en mi cerebro. Y los gritos de esa mujer acompañada de los gemidos de Byron retumban por cada rincón de mi cabeza
El deseo de poseer a Byron es lo único en lo que puedo pensar, de repente me siento como un animal salvaje, en mi cabeza la idea de brincar sobre él y devorarlo es lo único que idealizo. Byron sabe de los procesos por los qué paso, me saboreo los labios con la punta de mi lengua mientras observo los suyos; se siente como ser una vampiresa alocada con la idea de beber su sangre. Me siento fuera de control, desequilibrada, y por más que trato de permanecer tranquila sobre la esquina de la cama, no lo consigo
Byron recuesta su cintura a la mesita frente a la cama, sus brazos los mantiene aún cruzados sobre su pecho, y se limita a disfrutar de mi descontrol. Sólo el hecho de tener su cuerpo frente al mío me enloquece, mi cuerpo recibe cada onda que él emana. El deseo está ejerciendo un control sobre mi antinatural
—Entonces dime que no deseaste haber sido tú, admítelo —me reta con diversión, y su sonrisa me emboba. Sonrío estúpidamente al verlo sonreír. Sé que me ha drogado, sé que está castigándome y vengándose por lo que he hecho, pero aun así dentro de mí no hay ningún otro sentimiento que no sea deseo y lujuria
Lo deseo de formas en las que nunca pensé desear a alguien, porque jamás imaginé que podría sentir tanto por una persona. El deseo tan demoledor se siente inverosímil. Me pierdo en sus ficciones, la poca luz que se cuela en mi habitación me lo permite. Byron es un hombre realmente imponente, su cuerpo es fornido y firme, sus labios son carnosos y su boca es grande. Sus ojos me analizan a detalle, es cómo si no quisiera perderse de ninguna nimiedad.
Siento el latir de cada una de mis venas, mi corazón desbocado dentro de mi pecho, este calor asfixiante acabando con cada célula, y este deseo lujurioso que prolifera con cada microsegundo que transcurre
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Paola © [+18]
Random*COMPLETO* Él llegó a mi vida para mostrarme el lado oscuro y perverso del universo. Sexo salvaje y violento Placer y pecado Destrucción y salvación Todo y nada Convirtiéndome así, en la luz de su oscuridad ••••••••••••••• Paola es entregada a Byr...