37: PANIC ATTACK

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Al parecer la noche se prestaba de manto para cubrir todas las atrocidades que la familia Lozano cometía

Michael era amenazado por desconocidos encapuchados con navaja en mano

Nerea se las ingeniaba para escaparse y conducirse a un casino donde jugaba póquer y se apostaba hasta las bragas

Y yo, dejaba mi papel de espía, mi máscara de novia enamorada, y mis perjuicios a un lado, para someterme junto al enemigo a un mar de sensaciones lujuriosas que sólo él me hacía sentir

Mi único trabajo en la noche era gemir, rogar y disfrutar de la forma sabrosa en que Byron me follaba

Desde entonces no sabía lo que era pasar frío, porque él era caliente, era fuego, era peligro, era picardía y sexualidad repartidas en partes equitativas.

El sexo se había convertido en nuestro desayuno, almuerzo y comida, era nuestro pan de cada día. Si es que ya en vez de rezarle al señor, le rezaba a Byron

No había amor, no había sentimientos, y no había llantos. No nos engañábamos prometiendo cosas que no podríamos cumplir, ni trazábamos planes, tampoco imaginábamos un futuro juntos, ni nos preguntábamos qué sería de nuestra vida sin el otro

Simplemente era sexo, sexo y más sexo

Y estaba bien, hasta tener relaciones con Byron supe lo que significaba realmente follar. Era un hombre experimentado que sabía hacer de todo en la cama hasta conducirte al cúmulo de sensaciones y hacerte explotar

Sabía moverse, sabía besar, sabía hablar sucio, que decirte y hacerte en el momento justo para ayudarte a llegar al máximo

Y eso me gustaba

Sabía que estaba jugando con el enemigo, sabía que caminaba sobre una cuerda floja lista para partirse en cualquier momento, pero era arriesgada y tenía métodos, además de víctimas que me serían útiles en el momento preciso

Estocada tras estocada me hacía llegar al límite mientras gemidos inatendibles abandonaban mis labios, hasta que una, dos, tres estocadas duras, profundas y precisas me hicieron llegar al clímax

Y no sólo había sido yo, sino que Byron que se acomodaba a mi lado se había venido a mi par

—Eso estuvo genial —me dijo luego de votar el preservativo en el cesto

—Y que lo digas —respondí agitada chocando los cinco en su palma que se encontraba extendida al aire

Pasaron par de segundos en los que ninguno dijo algo más, porque el aire que teníamos en los pulmones era escaso, y entonces él se encaminó al baño para tomar una ducha

Aguardé acostada hasta sentir el agua de la ducha correr, y entonces me levanté de la cama para ponerme en marcha

Agarré el pantalón que había usado esa noche y hurgue en sus bolsillos, en busca de algo que me sirviera de ayuda

Nada

Busqué en gavetas, bajo el colchón, y detrás de los pocos cuadros que había en la habitación

Nada

El motivo por el cual realizaba esa búsqueda exhaustiva con él en el baño, era porque sentiría el momento justo en que el agua dejara de correr y podría tirarme a la cama y fingir cansancio

Que era mucho mejor que hacerla con él fuera, que llegara de repente y me atrapara

Por último pero no menos importante, noté su celular que se alumbraba recibiendo lo que parecía un mensaje, y como si mi vida dependiera de ello corrí a agarrarlo

Paola © [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora