26: VISIT

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Las emociones incontenibles, nuevas y raras continúan dentro de mí haciendo mellas. Me hallo en vilo, es difícil encontrar poder llegar a una explicación lógica de mi estado y emociones. La noche anterior, fue una de las mejores de mi vida aunque quisiera que fuese de otra forma, quisiera no sentir esas mariposas revoloteando dentro de mí, pero las siento. Por lo que realmente la situación me supera

Byron es para mí como un tema tabú, es algo muy malo de lo que deseo salir cuanto antes. Pero entonces ¿cómo es posible que me sienta así luego de besarnos?, cada vez que el recuerdo de la noche anterior se desenvuelve en mi mente, las consecuencias son irrevocables. La suavidad con que sus labios se movían sobre los míos era simplemente...

—¡Niña! —el grito a mi lado me hace pegar un brinco. Observo a Azucena con vergüenza mientras ella luce un poco agobiada

—¿Decías algo Azucena? —pregunto casi que con temor achicándome sobre el asiento

—¿Vas a preferir leche o jugo? —ella pregunta y yo me decido por la leche al saber que será hecha por ella, es la mejor en ello.

En la casa hay una fuerte tensión, todos parecen estresados, sobre todo Azucena y Byron. Sé que es a causa de los padres de Byron que llegarán en cualquier momento, por lo que yo también comienzo a impacientarme

—Azucena —susurro muy bajito para que solamente ella lo escuche, aunque no hay nadie más en la cocina —¿Crees que le agrade a la madre de Byron? —inquiero igual de bajo y temerosa, a lo que ella me regala una sonrisa

Realmente es algo que me preocupa, sé que Byron no intentó alertarme ayer en vano, sé que la convivencia con su madre será todo un espectáculo, aunque ni siquiera la conozco. Es suficiente ver la actitud y la forma con la que todos reaccionan al saber de su cercano aterrizaje

—Sólo se tú misma, la Sr. Nerea es alguien realmente difícil de complacer, yo sólo te puedo aconsejar que no te dejes intimidar —dice lo último con severidad, por lo que mis nervios luego de sus palabras se encuentran más alterados

Dios mío, ayúdame con esta ardua tarea

—¿Crees que le gustará mi forma de vestir? ¿Estará al menos satisfecha con mis fachas? —inquiero desesperada. Ya sé que porta un carácter fuerte, así que debo tratar de impresionarla con otros aspectos, y que mejor que con el mío propio

La mirada que me dedica Azucena hace que todo mi cuerpo tiemble, y no literalmente. Es evidente que no le gustará mi forma de lucir en lo absoluto, por lo que la pregunta en mi cabeza una vez más no alcanza resolución

¿Porque diablos Byron me eligió?

Azucena se mantiene en silencio por varios minutos que se me hacen eternos mientras continúa con su tarea de preparar el desayuno, supongo que también prepara el de Byron, aunque él aún no baja de su habitación, algo realmente extraño para alguien como él que despiertan muy temprano

Ella deja el vaso de leche frente a mi junto a las tostadas, y sólo entonces habla —No sé mucho de modas y esas cosas, para mí son pequeñeces que no tienen mucha importancia, pero me alegro que lo hallas mencionado, pues Nerea se toma esos asuntos muy a pecho. Para ella son de muchísima importancia —no me pasa desapercibida la acidez con que habla Azucena al referirse a la madre de Byron, incluso a la hora de mencionar su nombre cierra sus ojos como si fuese ácido

Agradezco la intención de todos al prepararme tanto para la llegada de mi "suegra", pero realmente con tantos datos me comienzo a asustar. No quiero ni imaginar cómo sobreviviré cuando ella finalmente llegue

—Pero para tu buena suerte, tengo una amiga que sabe mucho de moda y estilo. ¿Quieres que la invite?

—¡Si por favor! —chillo emocionada y Azucena suelta una alta carcajada. Realmente agradezco la llegada de ella a mi vida, las cosas definitivamente son más llevaderas desde que ella está presente

Paola © [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora