Capítulo 28.

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Domingo por la mañana y el código de seguridad de la entrada principal fue desactivado. Wang YiBo llevaba las manos llenas, tenía la sensación de que probablemente Xiao Zhan estaba avergonzado y recordó lo mucho que le gustaba al omega comer cheescake de fresa cuando recién había llegado a la academia, aquel chico reservado del pasado era feliz al comer un bocado de cheescake. Con esa idea en mente fue de compras y llevaba todos los ingredientes que según siri le dijo que llevaba.


Con esfuerzo por ser inaudible comenzó a explorar la cocina en búsqueda de recipientes, cuando por fin estuvo satisfecho puso el video que siri le indicó. Mezcló los materiales, tosió al olfatear tanta azúcar, e intentó batir... su esfuerzo era superado por su desastre como chef pero no se daba por vencido. Su camisa era un desastre y no había notado un par de ojos observar todo lo que estaba haciendo hasta que se atrevió a probar la mezcla final.


-Yo también quiero -dijo una pequeña voz.

YiBo sonrió al ver a Xing en pijama llevando en su manita a su osito café. -Shh toma, sólo un poquito.

La niña estuvo a punto de lamer la palita cuando miró a su osito y se detuvo. -Una manzana primero.


El alfa no entendió porque una niña preferiría comer una manzana en lugar de la mezcla dulce pero igual le dio la fruta. -¿Por qué la manzana?

-Papi SeHun siempre decía que una princesa debe comer saludable.

-¿Y los dulces que te comes en el parque?

-¡Primero manzana!, ¡tú también!


YiBo se aguantó la risa y comenzó a comerse una manzana en lo que se horneaba el pastel. "Quién diría que a pesar del tiempo SeHun sigue educándote, y a mí también" pensaba mientras comía la fruta.


Xiao Zhan comenzó a olfatear un aroma delicioso... se levantó de la cama y buscó absorber un poco más el aroma hasta asustarse "¿Quién está horneando?, ¿quién se metió a mi casa?", tomó lo primero que encontró y decidió asomarse en silencio a la cocina.


Su arma letal era un gancho, toda persona consciente sabe que no es de mucha ayuda un colgante de ropa pero Xiao Zhan no se había percatado de ello, a unos pasos de llegar a la cocina escuchó la risa bajita de su hija y olfateó un aroma muy conocido por él. En el reflejo del espejo vio a Xing jugando con la harina mientras YiBo le daba aún más harina para seguir jugando, ambos reían e interactuaban como si siempre hubieran estado juntos. El omega estaba disfrutando la escena, padre e hija estaban juntos como una familia, pero la realidad era que YiBo no sabía nada. "¿Qué pasaría si me dejara llevar por esta sensación de querer estar con él?, ¿Xing estaría de acuerdo?, ¿Y si YiBo me vuelve a engañar?, no puedo dejar a John así porque sí". Las dudas estaban en la mente del omega hasta que YiBo tocó su hombro.

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