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—Ranas de Chocolate—dijo la profesora Mcgonagall a la gárgola, esta comenzó a subir y dejó a la vista unas escaleras—Adelante. El director Dumbledore, los espera.
Remus quien fue el primero en llegar, toco a un ritmo suave la puerta de madera, del otro lado de oyó un "Adelante" y los cuatro entraron. Ahí se encontraba el director Dumbledore. Estaba sentado detrás de su escritorio con su barba plateada y sus lentes de media luna.
—Jovenes—dijo el director—Veo que los rumores son ciertos. —dijo mirando los moretones que se les empezaban a notar.
—Director, por favor, es Hogwarts. Los rumores corren rápido—dijo Eros mientras se cruzaba de brazos.
—No quiero más peleas entre ustedes. —los chicos estaban confusos, si bien habían tenido varias peleas, pero nada que saliera de la sala común—No voy a quitarles puntos, aunque si debería, pero los cuatro recibiran un castigo. Mañana a las cinco frente a la biblioteca. Si no asisten, me veré en la obligación de quitarles puntos o desistir de que asistan al baile de navidad. ¿Entendido?
Los cuatro asintieron de acuerdo. Cuando salieron de la oficina, Sirius fue el primero en avanzar, quien a su vez Eros le metió el pie, haciéndolo caer. Remus río por lo bajó, mientras que Regulus soltó una sonora carcajada.
—Que torpe eres Black—se burlo Eros, comenzando a caminar junto a Regulus en una dirección opuesta.
—¿No vas a ayudarme, Remus?—pregunto Sirius, mientras le extendía una mano.
—Ah, si, este...yo... ¡Debo ir a la biblioteca! ¡Te veo luego!—y salió lo más rápido que Remus pudo de ahí.
—¿Invitarás a Dora?—pregunto Eros, quien había escuchado la pequeña "charla" de los Gryffindor.
—No creo que quiera ir conmigo. Y si te soy sincero, yo tampoco querría. —contesto Regulus. Eros paso un brazo por encima de sus hombros.
—Reg, estoy seguro de que querrá ir contigo. Deberías disfrutar mientras puedas.
—¿Querías hacerme daño?
—Quería alejarte. Nunca pasó por mi mente en siquiera hacerte daño. —respondio Regulus. Pandora suspiro.
—Entonces... Me dejaste... ¿Para protegerme?
—Si. Y sobretodo porque no quiero que tengas a un mounstro a tu lado.
—No creo que seas un mounstro, Reg. Y tampoco creo que te conviertas en lo que tanto odias. Me gustas Regulus Black y nada de lo que me digas o me hagas va a cambiar eso, porque ni tu ni yo podemos controlarlo. Así que no me digas lo que puedo o no sentir. —Regulus se acercó hasta la rubia y limpio con delicadeza las lágrimas que caían por las mejillas de la chica.
—No puedo ser quien quieres que sea estrellita...—miró fijamente a la chica.
—Reg...
—Necesito alejarme de ti... Dora, no puedes estar con una persona, la cual es incapaz de...ser feliz por el mismo, pero...si puedo serlo por ahora... Quiero que sea contigo y solo contigo. No quiero a nadie más.
Pandora se acercó y tomó el rostro del chico entre sus manos, haciendo contacto visual.
—Te amo, Regulus Black.
Pandora unió sus labios con los del Slytherin.
Los labios de ambos se atacaban mutuamente, pero con una suavidad y una calma que parecían disfrutar cada segundo. Regulus subió su mano y acarició la mejilla de Pandora, quien acariciaba el cabello del chico.
Cuando se quedaron sin aire se separaron con las respiraciones agitadas. Regulus apoyó su frente con la de la rubia y cerró los ojos.
