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20 DE DICIEMBRE, 1980 UNA HORA ANTES DE LO SUCEDIDO
—¿Estás seguro de que nuestra hija lo aceptará?—pregunto Eros, con notable preocupación.
Remus tomo su mano mientras, miraba a la pequeña Leonor, dormida en el hombro de su padre.
—Cuando la adoptamos de sangre sabíamos el riesgo que correría. Sabíamos lo que tú sangre contenía y también acepte tomar ese riesgo. Además, Leonor, jamás te juzgaria por algo así. —Remus lo miro con una sonrisa.
Ambos se detuvieron frente a la casa de Pandora, quien había decidido pasar tiempo con su ahijada, además de que Remus no podría cuidarla, puesto que debía ir a una misión con James y Eros con Sirius.
Cuando la rubia, abrió la puerta, una gran sonrisa se formó en su rostro.
—Hola, pasen, pasen, no se queden ahí—Pandora se hizo a un lado y los dejo pasar—Pero miren nomás que preciosura de niña—dijo mientras tomaba en brazos a la pequeña quien balbuceaba.
—Solo será por un rato, Dora, no queremos causar molestia. —dijo Remus.
—Oh, para nada, no causan molestias. Además, me encanta que mi ahijada este aquí. Yo encantada de cuidarla.
—Dora, debemos irnos, pero ni creas que te has librado de contarme acerca de quien es el hombre con quién sales. —diho Ero, acercándose a la pequeña Leonor—Mi pequeña...—beso su frente—Papa volverá pronto.
Remus se acercó y beso la coronilla de la pequeña, con una sonrisa. Ambos salieron de la casa de Pandora en silencio, hasta que Remus fue quien lo rompió.
—¿Te cuidaras, verdad? Le prometimos a Leonor volver. —dijo Remus con preocupación.
—Estare bien, Rem. Ya es hora de irme —se inclino hacia Remus y beso castamente sus labios, sin embargo antes de separarse, Remus lo tomo de la nuca y lo atrajo hacia él besándolo con dureza, sintiendo la pizca de temor de parte de él—Estaré bien. Te amo.
20 DE DICIEMBRE, 1980 GODRIC'S HALLOW ( ACTUALIDAD )
La noticia sobre el ataque había corrido rápidamente. Inmediatamente, todos se habían reunido preocupados, mientras intentaban que los cuatros infantes no lo notarán, por lo que los habían subido a la habitación de Eros y Harry.
—Bien. Hay que... conservar la calma y no preocuparnos—dijo Remus, cuando obviamente el era el más alterado—Tal vez Eros y Sirius, se escondieron hasta que todo pasara.
—¡¿Cómo diablos...
Sirius apareció en medio de la sala, interrumpiendo a Lily. Todos lo observaron sorprendidos y asustados, hasta que Peter y Remus se acercaron rápidamente a el, ayudándolo a sentarse en un sillón individual, esperando a Lily, quien había ido por el botiquín.
