Colapso [+18] (Bilogía Inefable #1)

3| ¡Ups!, lágrima en mi pierna.

ANNELIESE

La peor parte de hacer un reportaje es reducir la información, escribir sobre posturas, opiniones o hechos realmente es entretenido.

Investigar, escuchar declaraciones y plasmarlo en lineas es increíble, adoro mi trabajo, cada foto, cada experiencia, me llenan de maneras inexplicables.

Este reportaje en específico me emociona, es la primera vez que investigo sobre un taller de arte, había tenido la oportunidad de redactar opiniones pero nunca a fondo, por eso me pone tan feliz esto.

—Anne, ¿Qué haces aquí aún? –Lucas me saca de mis pensamientos.

Mierda no me di cuenta de la hora.

—Lo siento, voy rápido.

Le lanzó un beso y corro al elevador, entro y miro mi ropa en el espejo, por correr me volví un desastre.

Buen día para no peinarte, ¿Verdad?

Estúpida conciencia.

La realidad es que desperté tarde, no soy rápida en las mañanas, me arreglé como pude, fin.

Sí, se que prometí organizar mi horario de sueño, tampoco soy buena para cumplir promesas.

Salgo de las instalaciones y me dirijo a mi auto, ya dentro saco mi celular y busco la dirección del taller, ¿Porqué no te la aprendiste? Preguntarán y yo responderé que se me olvida todo en cuestión de minutos.

Algo típico de ti

Gracias por recordarlo, ahora cállate.

Delicate de Taylor Swift se reproduce en las bocinas de mi auto, es como mi terapia, no me juzguen.

Cinco minutos después estoy por llegar a mi destino, mientras me acerco puedo visualizar el taller Ocaso deMarbella, me estaciono a unas cuadras, tomo mi camara, mi libreta, salgo, de camino hacía el taller voy inspeccionando un poco sus colores.

Acogedora, cálida y confortable esa es lo que puedo notar, aunque los colores no sean los más sutiles me hace sentir segura de algún modo, pérdida en los detalles del taller escucho una voz que me saca de mi trance

—Tú debes ser Anneliese, ¿Verdad?

Volteo y veo a un señor alto, vestido elegante, algunas canas se asoman en su pelo café, ¿Cómo puede ser tan guapo?

–Sí, soy yo.

Me acerco y estiro mi mano.

—Es un placer conocerlo señor Jorge.

Toma mi mano y suelta una carcajada.

—Anneliese solo Jorge, el señor me hace sentir muy viejo — su sonrisa se ensancha y se la devuelvo.

—Por favor sígueme, tienes mucho que ver.

Asiento y lo sigo, al inicio del recorrido me muestra todos los cuadros de la entrada, tomo algunas fotos, anoto lo que me parece más interesante, Jorge me explica todo el proceso de creación de cada pintura, realmente es increíble la forma en que se transmite el amor, dolor y la irá, cada historia es magnífica.