Extra| ¿Una carta?

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( Semanas atrás )

ANNELIESE

Un fuerte estruendo hace que mis ojos se abran.

—No tienes que hacer esto, prometí pagarlo.

Ese es ¿Papá?, paso las manos por mi ojos, quito las mantas y camino de puntillas hacía la puerta.

—Anneliese está dormida, no quiero que despierte y se entere de esto.

¿Enterarme de qué?

Tomo la manilla de la puerta, y lentamente abro la puerta, veo a mi padre y un hombre vestido de traje negro de espaldas.

—Tienes un mes Alexander, me estoy cansando de tus estupideces.

Esa voz, se me hace conocida, pero no logro ver al hombre de traje negro.

—Puedo vender tu droga como medio de pago. —pasa su mano por su cabello notablemente desesperado.

Mis dedos de inmediato tapan mi boca al escuchar eso.

El señor de traje negro se desliza por la cocina y logro ver su rostro.

Mi mano cae en la manilla de la puerta haciendo ruido que trato de callar de inmediato y lo primero que pienso es, ¿Qué mierda hace Antony con mi padre?

—¿Qué mierda fue eso Alexander?

Mi padre sin responder sube las escaleras, rápidamente entro a mi cuarto, quito las sabanas, acomodo mi cama, me tiro de la manera más rápida que puedo, cierro mis ojos, y ruego a Dios porque mi respiración no me delate.

Escucho el ruido de sus pisadas tan cerca, por inercia empiezo a sudar.

—Está dormida, vamos al jardín  Antony.

A los minutos me quito las sabanas, salgo lentamente de mi cuarto y me dirijo al despacho de papá.

Me quito mis zapatos ruidosos, entro despacio, me dirijo al escritorio, una vez me envió aquí por unos papeles, ese día descubrí un cajón con llave, mi curiosidad se activo desde ese día.

Me pongo frente a el, tomo un pequeño gancho de mi pelo, lo abro con los dientes y en minutos abro el cajón.

Visualizo un montón de papeles, mis manos se detienen en un sobre color negro.

—¿Una carta de Antony?

Madison (Wisconsin)

1997

Hoy Rachel dio a luz, nisiquiera se como veré a ese pequeño bastardo a los ojos, ella pretende que lo cuide como a un hijo, pero dime, como criarlo cuando se que no es mi hijo, no lleva mi sangre, no me importa en lo absoluto.

Mi mano se va directo a mi boca, mientras que mi mente intenta procesar la carta, escucho pisadas y voces afuera.

—Está bien Alexander, simplemente lo acepto por los años trabajando juntos.

—Antony gracias por mantener a mi hija alejada de Callum.

Lágrimas corren de forma rápida por mis mejillas, mi mano sigue en mi boca.

—Siempre es un placer hacer negocios contigo.

Porqué papá haría algo así, mis ojos arden de tanto que intento cerrarlos para parar las lágrimas, pero los intentos son inútiles.

Cierro el cajón, guardo la carta en el bolsillo de mi pantalón de pijama, abro despacio la puerta y en puntillas me dirijo a mi cuarto.

Pongo la carta debajo del colchón, me acuesto en la cama, lágrimas siguen cayendo, no las detengo, es ahí donde caigo en cuenta que mi padre, el hombre que más amo, me mintió, permitió que Antony hiciera conmigo lo que quisiera, también pienso que siempre que mencionaba a Antony cambiaba el tema, o decía que todo era pasajero.

El lo sabía todo, sabía todos los pasos a seguir, nunca le importó un carajo si eso me afectaba.

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Colapso [+18] (Bilogía Inefable #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora