Colapso [+18] (Bilogía Inefable #1)

15| Grietas del corazón.

CALLUM

Mamá dice que al cumplir catorce mi cuerpo se desarrollaría muy rápido, lo único que pensaba en esos momentos es "Podré defender a mi mamá de los golpes de Padre" , aveces resultaba patético, Padre es un hombre muy grande y alto.

—Tienes que comer Callum, estás en desarrollo, preparé una de tus comidas favoritas mi niño.

Pasa una mano por mi cabello.

Mamá cocina muy bien, hoy cocinó pollo y al principio todo estaba bien, pero llegó Padre y la golpeó, su ojo está morado e hinchado.

El ruido de la puerta nos hace mirar, es Papá, siempre se pone de esa forma.

—¡Abre la puerta si no quieres que la rompa a patadas Rachel!

Madre empieza a temblar y la tomó de la muñeca para no dejarla avanzar.

—No lo hagas Mamá, por favor.

Su mirada se suaviza y llegan las esperanzas a mí.

—Lo siento, no puedo contradecir a tu padre, lo siento mi niño.

Me da un beso en la frente y corre abrirle la puerta.

—Lo siento Antony, estaba algo ocupa..

La tira al suelo.

—Eres tan asquerosa Rachel —Se agacha y agarra su cabello —. No sirves para nada.

Dos opciones, o me quedó sentando o peleó contra Papá.

Voy por la segunda opción, me levantó y gritó.

—¡Deja de golpear a Mamá!

Sube la cabeza y me mira, sus ojos rojos, no tiene expresión alguna. Mi corazón aumenta sus latidos.

—Si sigues hablando te romperé los brazos.

No me detengo, agarró un cuchillo y lo alzó lo suficiente para que lo vea.

—El miserable tiene agallas, no te servirá de nada luchar.

Suelta a Mamá y corre directo a mí, mis piernas empiezan a temblar, mis delgados brazos sudan, mi cabeza empieza a doler. Me quita fácilmente el cuchillo y lo tira, agarra mi cabello y me lleva directo a la pared.

—Papito perdón, no lo volveré hacer.

Me golpea contra la pared, una, dos, tres veces.

—Perdón papito, perdón.

Lágrimas caen en cascadas y mi pequeña garganta se cierra, el aire me falta, la vista es borrosa, la voz de Papá se escucha cada vez más lejana y siento el último golpe.

—¡NO!

Me levantó sudando de nuevo, otro recuerdo, mi pecho sube y baja, tengo la cara empapada por las lágrimas.

¿Merezco pasar por esto cada noche? 

Mis ojos se acostumbran rápidamente a la luz de la habitación, recuerdo mis días aquí, reviso la habitación y veo en el sofá a mi preciosa Anne, tiene una delgada sabana encima, mechones de cabello largo pelirrojo sobre su hombro, su respiración es tranquila, escaneo su perfecto rostro, sus pestañas largas, las mejillas sutilmente rosadas, sus carnosos labios rosados, me llena la necesidad de recrear su rostro en un lienzo y presumirlo al mundo entero.

Al otro extremo del sofá veo a Liam, el sonido de sus ronquidos es algo a lo que estoy acostumbrado, estiro mi mano y muevo su pierna repetida veces.

—Conejito, despierta.