PRÓLOGO

230 35 5
                                    

Desconocido

Descubrí que me gusta silbar mucho más cuando tengo a mi víctima al frente.

El silbido resonaba por toda la mazmorra, el olor era insoportable pero era un suficiente aliciente verla encadenada en la pared, justo en el rincón, tiene su vestido azul rasgado, algunos moretones viejos, su piel pálida. Su cabello tan asquerosamente sucio, no se veía tan hermosa como la tarde que la traje conmigo, solo se veía desagradable. Tan solo verla me daba asco.

Tomé una silla, la giré y me senté en ella, al estar al frente de ella me quedo observándola. Ella se mantenía en silencio. Buena niña.

¿Vas a decir en dónde está?

Escupió muy cerca de mí y respondió:

No, nunca lo sabrás maldito psicópata.

Ese vocabulario no te traerá nada bueno Anneliese.

Quita mi nombre de tu asquerosa boca.

Me acerqué un poco a ella.

Calladita te ves más bonita.

El golpe que recibió, retumbó como eco en el lugar.

¿Viniste a matarme por fin?

Suenas tan impaciente pequeña zorra.

Volvió a escupir pero esta vez aterrizó en mi cara, pase mi mano limpiando rápidamente su asquerosa saliva.

Tú te lo búscate.

Sus ojos se abrieron de par en par, era consciente de lo que venía.

Me levanté salí de la mazmorra por mi fierro candente, la iba a marcar cual vaca.

Al volver al lugar sus lágrimas y súplicas no se hicieron esperar.

¡Perdón, no volverá a pasar!

Me reí un poco al escucharla, me encantaba oírla rogar.

¡No volveré a contradecirte!

Muy tarde pequeña zorra.

Intentó correr pero las pesadas cadenas no la dejaron ir tan lejos.

Es inútil y lo sabes.

Se tiró al suelo mientras cubría su cuerpo con sus delgados brazos.

Ahora sí, pagarás por todo perra de mierda.

Colapso [+18] (Bilogía Inefable #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora