Capitulo 1

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Vanessa

—¿Hacemos hoy noche de películas en mi casa? —le pregunto a mi amigo Axel.

El castaño me regala una sonrisa apenada.

—Lo siento, no voy a poder, tengo que estudiar para matemáticas.

—Bueno, yo no tengo que estudiar mucho porque para mí es muy fácil.

Las matemáticas son mi materia favorita.

—No entiendo cómo te puede gustar eso tan horrible.

Me encojo de hombros. Heredé el gusto de los números por mis padres a los dos les gusta las matemáticas.

—Bueno, tengo que irme—me da un beso en la Mejilla y se despide con un saludo de mano.

Le devuelvo el gesto y me voy a mi auto para irme a casa. Ya adentro del auto pongo las canciones de Harry style, voy cantándolas cuando mi móvil suena en un mensaje, no le pongo atención porque voy manejando y no me gusta distraerme, no quiero que pase un accidente.

Al llegar a mi “humilde hogar” porque de humilde no tiene nada considerando que es de tres pisos con un gran patio en frente lleno de flores y una fuente. Pero a lo que iba es que tengo muchas ganas de hacer pipí.

Dentro a toda prisa que no me doy cuenta que mi madre está charlando con una señora.

—Hola, buenas tardes—les digo y comienzo a subir las escaleras apresuradamente.

—Hija, mira quién…

—Un momento mamá, necesito hacer pipí

Le contesto sin dejas de subir las escaleras, dentro a mi habitación y voy directo al baño que ni me doy cuenta que alguien está sentado en mi cama.

Un momento alguien está sentado en mi cama, pero ahora eso para mí es lo menos importante. Después de hacer pipí me lavo las manos y salgo a mi habitación.

Y si definitivamente hay un chico (que nunca eh visto en mi vida,) muy guapo sentado en mi cama acariciándole la cabeza a mi gato chocolatito.

—Eh… ¿y tú quién eres —le pregunto desconfiada?

Él chico me voltea a ver con una sonrisita y me ve da una mirada de arriba abajo.

—¿Ya no te acuerdas de mí? Vanessa.

Ladeó mi cabeza a un lado y arrugo mi entrecejo. —¿te conozco?

El tiene una sonrisa.

—Parece que en estos ocho años te has olvidado de mí.

Al ver que no respondo continua.

—Thiago Vincent, ¿te suena ese nombre?...pues soy yo.

Siento como si me hubieran echado un balde de agua fría.

Les explicare, Thiago Vincent es mi enemigo, mi némesis, Nunca nos hemos llevado bien ni nunca lo haremos. Nos conocemos desde que nacimos, nuestras madres son mejores amigas desde niñas y creyeron que nosotros también nos llevaríamos bien…oh pero que equivocadas estaban. Cuando éramos niños el siempre me molestaba y yo como era muy tímida no hacía nada solo llorar o lo ignoraba pero él seguía molestando.

A los diez años el y su familia se fueron a Alemania y yo fui la más feliz del mundo, hasta ahora que regreso a los ángeles.

Volviendo al presente hago la peor mueca de horror que puedo hacer y lo quedo viendo de pies a cabeza está muy guapo no lo voy a negar anda unos vaqueros negros y una camiseta azul oscuro que hace que resalte el azul de sus ojos. Tiene los rasgos muy masculinos pero atractivos, mandíbula marcada nariz perfilada. Su cuerpo… parece que hace ejercicio su pecho se le ve firme masculino.

Y…ok Vanessa concéntrate.

—Esto debe de ser una  broma—digo con cara de espanto.

Él se le levanta de mi cama y se para en frente mío, es muy alto así que tengo que inclinar la cabeza hacia atrás para verlo a los ojos.

—Pues, no florecita, no es una broma. 

Esa sonrisa socarrona no cambia.

—También que estaba estos ocho años sin ti.

Le digo antes de salir de mi habitación  bajar las escaleras y llegar donde esta mi madre con la madre de este idiota.

—Hija mira que alegría volvieron los Vincent.

No le veo nada de alegría a eso.

—Hola, señora Carey, ¿como está?

La señora Carey, si me cae bien es muy amable.

—Bien, Vanessa, que grande estás.

Le doy una sonrisa amable. Y siento a alguien detrás de mí volteo a ver sobre mis hombro, le doy una mirada de pocos amigos a Thiago.

—El lunes Thiago, va a comenzar las clases en tu misma preparatoria.

Lo que me faltaba otra vez a lo mismo de hace ocho años…pero esta vez no me voy a dejar si quiere guerra eso tendrá. 
Me obligó a sonreír, pero esa falsa sonrisa desaparece cuando Thiago me susurra…

—Que emocionante va a ser volver a competir contigo.

Su insoportable Manera De Ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora