Capitulo 33

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—Y ahora ya están en la cárcel, a él lo mandaron a un lugar donde solo hay hombres y a ella donde solo hay mujeres. Se lo merecen.

Termino de contar lo sucedido el día de ayer en la corte.

Obviamente Vanessa no me responde. Y eso cada día más me rompe el alma.
Le tengo entrelazada su mano con la mía, como siempre que vengo a verla.

—Si tú mueres mi alma morirá contigo—le confieso —fuiste mi primer crush de infancia, y desde ese momento hasta ahora te sigo queriendo, no podré vivir sin ti, Vanessa.

Siento un pequeño apretón en mi mano.

Bajo la mirada hasta mi mano entrelazada con la suya y veo como ella mueve suave sus dedos.

Me levanto y llamo al doctor, él y algunas enfermeras entran a paso apresurado.

Él Doctor le revisa los ojos con una luz.

—Puede salir, por favor. Después le avisaré.

A regañadientes salgo de la habitación y me siento en la sala de espera.
Le mando un mensaje a los padres de ella y a los míos, también a los chicos.

Unos minutos después aparecen.

—¿Qué pasó?

—¿Ya te dijeron algo?

—No, todavía no. Ella movió la mano y yo llamé al doctor.

—Espero todo este bien.

Aparece el doctor con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Dígame, doctor ¿Cómo está mi hija?

—Va mejor, la inflamación del cerebro se a moderado. Su hija es muy fuerte.

—¿Entonces pronto va a despertar? —pregunto esperanzado.

—Si, ya dio la primera señal que quiere despertar. Cuando despierte puede que no se acuerde de algunas cosas, o que se sienta mareada, es normal por la contusión que tuvo.

¿Se irá a acordar que somos novios?
Lo que más me interesa es que este bien. 

—¿No se sabe cuándo irá a despertar?

—No, tal vez más tarde o mañana. No se sabe, estuvo dos meses inconsciente y tuvo un fuerte golpe es normal que le cueste un poco.

—Aquí, me quedaré hasta que despierta. —dice Brigitte.

—Pueden ir a sus casas. Yo les avisaré cuando despierte. —le dice el doctor.

—Brigitte deberías ir a descansar estos días no has dormido ni comido muy  bien —le dice Leonardo.

—Tienes que estar bien para cuando Vanessa despierte te vea sana. —le aconseja mi madre.

—Esta bien, cualquier cosa que pase me avisa doctor. Por favor.

—Lo haré, vaya descanse han sido dos meses muy cansados para ustedes.
—Yo me quedaré.

—¿Seguro, hijo? Tú tampoco has dormido ni comido muy bien.

—Seguro mamá, me quedaré un rato más.

—Bien, pero después ve a descansar.

No le digo nada solo asiento.

Ya es de noche son como las 8:08 PM

Toda la tarde he estado aquí, no me he ido esperando a que Vanessa despierte.

En ocasiones me quedo a dormir en el sofá-cama que está en la habitación pero otras veces me voy a la casa a intentar dormir.

Hoy me quedaré ya estoy acostado.

Su insoportable Manera De Ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora