Capitulo 3

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Vanessa

Hoy tengo muchas cosas que hacer tengo que ir a entrenar, ir a mis clases de Ballet y Zack me invitó a su entrenamiento de básquetbol.

Así que mi agenda está ocupada. No sé cómo voy a hacer para ir a tantos lados.

Ahora mismo estoy llegando a donde entreno.

—Hola, Ana—saludo a mi entrenadora—Te vez preocupada ¿Qué pasa?

Ella suelta un suspiro cansado.

—Me está pasando algo horrible, mi sobrino se quiere venir a vivir conmigo.

—¿Y?...

—Que no me gustan los niños.

Arrugo mi entrecejo—Pero un día me dijiste que tu sobrino es un adolescente.

—Si, tampoco me gustan.

—Te entiendo, ¿Y porque quiere venir a vivir aquí?

—El vive en un pueblo y en su preparatoria no hay equipo de fútbol.

—¿Y Vas a aceptar que viva contigo?

—Solo por una semana después que busque dónde quedarse. Porque no me gusta que invadan mi espacio y privacidad—se cruza de brazos—Además su papá vive en otro país y tiene dinero le puede mandar para que se compre un apartamento.

—¿Tu hermana está divorciada del padre de el?

Ella asiente.

—¿Y como es el?—le pregunto curiosa

Ana iba a responder cuando Voltea a verme como si se acordara de algo.

—¡Pero que haces aquí en vez de estar entrenando!

Pego un brinco-Tú me estabas contando algo.

—Si, estaba. Y tú ibas a preguntar cómo es mi sobrino.

—Solo por curiosidad.
Ella entreciera los ojos.

—Si, claro. Mira tú eres como mi hija y el es mi sobrino, eso sería como incesto.

Pongo mis ojos en blanco.
Y yo que creí que solo yo me hacía historias en mi cabeza.

—Solo pregunté para ver si podríamos ser amigos.
Ella niega—A entrenar, señorita-ordená.

Después de una hora de entrenar, estoy tirada en el césped. Me duele el cuerpo y todavía tengo que ir a clases de ballet.
Debería pasar las clases de ballet para el sábado.

No dejo que mi cuerpo y cerebro descanse. Necesito unas vacaciones, tal vez a Hawái, hace mucho no voy ahí.

—Te vez cansada.—comenta Ana. Sacándome de mis pensamientos.
La volteo a ver.

—No, ¿Cómo crees?—respondo sarcástica.

—Me agrada tu sarcasmo. Pero ya enserio, te obligas mucho—hace una pausa—. clases de ballet, entrenamiento de tenis, y en veces boxeo más lo de la preparatoria. ¿No crees que deberías comenzar a divertirte como los demás adolescentes?

—Si me divierto leo libros veo series K-drama, salgo con mis amigos, duermo y como.

Ella suspira.

—Pero no te da mucho tiempo para distraerte—se queda pensando un momento—a lo que me refiero es que no deberías de hacer tantas cosas al mismo tiempo.

—Aja—le respondo mientras me levanto del suelo y agarro mi bolso—Adiós.

Voy manejando cuando pienso en lo que me dijo Ana tiene razón pero no puedo dejar el tenis ni el ballet son dos cosas que me encantan. Tal vez le diga a la maestra que me cambie a tener clases solo los sábados.

Su insoportable Manera De Ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora