Capítulo8

75 21 71
                                    

Lucas

—Explícame esto.

Lanza una carpeta delante de mí. Alzo la mirada y encuentro sus cejas arrugadas, está claro que está enojada. Ni ojeo lo que hay dentro porque puedo imaginar de qué se trata.

—No hay nada que explicar.

—¿Cuáles son tus verdaderas intensiones? ¿Estás en alguna misión encubierta y nosotros somos los rehenes?.

Tengo ganas de soltar una carcajada pero me aguanto. Además de irritable, atrevida y metiche, Jade Hederson es muy fantasiosa.

—Hace tiempo que no estoy en la milicia—le aclaro para que ya se calle, me levanto de la silla para acercarme a ella—Solamente soy tu chófer porque necesito trabajo.

—¿Por qué tienes un arma?.—se cruza de brazos.

—Tengo licencia—es la respuesta que le doy.

—Mi padre no lo sabe ¿verdad? Cuando lo sepa te va a despedir.

Hace el amago de salir de la habitación pero la tomo del antebrazo atrayendo su cuerpo hacia mí, noto como se tensa y alza la mirada fijándola en mis ojos. 

Debo respirar repetidas veces recordando que es mujer porque está agotando mi paciencia cada vez más con sus niñadas.

—Puedes ir a lloriquear, tu padre es consciente de esto.

Parece atónita por unos segundos para luego zafarse con desdén.

—Aún así mientras yo esté presente tendrás esa arma bien lejos, Capitán. 

Sale de la habitación dando un portazo. Froto mi sien y bufo, siento que voy a explotar en cualquier momento con esta situación.

Maldita niña mimada.

                       ●●●

Ni siquiera me acuerdo la última vez que vine a una discoteca.

O bueno...tal vez sí.

Solo tengo claro que fue mucho antes de entrar al ejército cuando aún era un crío que no sabía nada de la vida.

Las luces de colores verdes, azul y rojo me dejan prácticamente ciego, la música estrepitosa del lugar ensoredece mis oídos. Esto es tan molesto que quisiera salir lo más pronto posible de aquí.

¿Acaso estoy siendo un viejo aburrido?

Bueno, ya tengo 29 años y siento que las discotecas no son lo mío.

Desde mi esquina observo a Jade bailar con sus amigas como si no existieran problemas a su alrededor, al parecer ya se le olvidó que toda la universidad la vio follando con un niñato igual que ella.

La pelirroja llevaba unos vaqueros ajustados a su cuerpo, unas botas de tacón bajo y una blusa corta que dejaba al descubierto su abdomen y sus hombros. Se mueve al ritmo de la música y observo a varios hombres posar su mirada en ella. Negar que es sexy sería un delito pero todos sus actos de niñata hacen que mis deseos como hombre se mantengan dormidos cuando ella está cerca. Personalidad mata belleza, y es muy cierto el dicho.

Noto como se acerca a pasos lentos.

—¿Vas a quedarte parado toda la noche?—solamente asiento—Vamos Lucas, relájate, toma un trago.

—Así estoy bien.

Rueda los ojos.

—Amargado—dice alargando la "o".

¿Está borracha?.

Miro la hora en mi reloj de muñeca. Es bastante tarde.

—Deberíamos irnos.

DestructivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora