Capítulo 33

23 6 0
                                    

Jade

Tengo los ojos clavados en la ventanilla del auto pero ni me detengo a observar el paisaje. Me acomodo en el asiento del copiloto y me abrazo a mí misma. El frío era cada vez más intenso y la Navidad se estaba acercando.

Supongo que tampoco pasaré tal fecha con mis padres.

—¿Cómo te fue con Jason?—pregunta Lucas para mi sorpresa, rompiendo a su vez el silencio que reinaba en el auto desde que salimos de la mansión.

—Me mintió en mi cara—respondo sin mirarlo y tomo aire—Era de esperarse.

—No le habrás dicho lo que sabemos...

—Por supuesto que no—lo miro de golpe un poco ofendida ganándome una de sus fugaces miradas—Insistió en que no debía trabajar para la empresa, le pregunté si estaba en algo ilegal y me dijo que él nunca haría eso. Fin de la historia.

Se lo resumo con rabia.

—Tal vez solo quiere protegerte.

—¿Ahora lo defiendes?—dudo con incredulidad.

—Trato de que no te ahogues con la situación

Río con sarcasmo.

—Ahora proteges mis sentimientos—bufo—Muy irónico viniendo de ti.

Vuelve a mirarme, tensa la mandíbula y fija sus ojos en la carretera. Me paso las manos por el rostro estrujando mis ojos. Estoy tan harta de todo.

—No quiero pelear contigo, no esta noche—dice dándome un vuelco al corazón. Eso no me lo esperaba.

—Yo tampoco—musito y creo que no me escucha.

Llegamos a casa luego de unos diez minutos. Silenciosos pero por suerte, nada incómodos. Espero a que guarde el auto para abrir la puerta de la casa en Primrose Hill.

—Buenas noches, Lucas—digo sin mirarlo y no espero respuesta para comenzar a subir las escaleras.

Dos horas más tardes me encuentro dando vueltas en la cama. Clavo mi mirada en el techo. Miro por la ventana y luego al techo de vuelta. El sueño no me entra por ningún lado. Me levanto de la cama y me envuelvo en mi albornoz negro. Hace frío y opto por sentarme en el mueble de la ventana. En Primrose Hill todo se ve tan tranquilo. Solo resaltan las luces de las casas más aledañas a esta y cabe recalcar que aún así está apartada. Es como si mi padre optara por esta para algún tipo de refugio.

Mi padre. Por supuesto, vuelvo a caer en el mismo tema.

Estoy tan enojada con él que no me detengo a pensar en si Lucas tiene razón. ¿Me habrá enviado para acá con tal de protegerme? ¿No quiere que vaya para la empresa porque terminaré manchándome las manos?. O simplemente se está cuidando su propio pellejo. Ya no sé que pensar porque siento que no lo conozco. También está mi madre, sumisa y completamente ciega por mi padre. Cuando tuvimos nuestro fugaz encuentro hace unas horas tuve una ganas inmensa de decirle lo que habían hecho Jason y Ashleigh, pero me contuve una vez más porque supuestamente él lo haría. Otra mentira que me tragué y ahora está confirmado. Jason solo hace promesas vacías.

Una lágrima me rueda por la mejilla y la limpió con desdén. No pienso llorar por alguien que no vale la pena. Aunque sea de la persona que más admiraba.

Me levanto del mueble y abro la puerta del cuarto decidida a ir por un poco de agua. Creo que esta noche será larga para mí, puesto que mis pensamientos no me dejarán dormir. Bajo las escaleras y me detengo al observar la luz tenue de la sala. Mi vista se dirije hacia la persona que se encontraba sentada en el suelo, sobre la alfombra y recostado en el sofá.

DestructivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora