Capítulo 23

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Jade

—¿Estás bien?—Joana toca mi hombro sacándome de mis lamentaciones mentales y asiento ante su pregunta.

—¿Me ayudas a preparar la maleta?. Debo darme prisa.

Ella acepta y me acompaña a la habitación para ayudarme. Le indico que prepare lo básico para unos días puesto que Lucas ni siquiera me ha dicho por cuanto tiempo estaremos en su ciudad natal.

No demoro en vestirme optando por unos vaqueros, una polera gris, botas y un saco para el frío. A penas me miro en el espejo, salgo despeinada y desmaquillada porque sinceramente no estoy de humor para acicalarme.

Me despido de mi madre y dejo que mi padre me de un beso. No puedo mostrar indiferencia ni mala cara aunque no esté para nada contenta con las cosas que he ido descubriendo poco a poco.

—Puedo preparar todo para que vayan en avión—sugiere Jason.

Lucas niega.

—Prefiero conducir.

Le doy media vuelta a la situación porque estoy cansada, no dormí casi y me duele todo por la noche tan movida.

Suspiro de forma exagerada porque me frustro de solo pensar en lo que pasó anoche y luego la conversación de esta mañana empeora mi estado.

¿Qué esperaba realmente?.

No voy a darle más vueltas al asunto...al menos por ahora. 

Evito mirar a Lucas en cualquier momento. Abre el maletero y no espero a que tome mi maleta, yo misma la subo y me dirijo hacia el asiento del copiloto. Aprovecho para mandarle un mensaje de texto a Bobby disculpándome por no llegar a la fiesta anoche.

Inclino el asiento para dejarlo más cómodo y me coloco mis auriculares sin decir nada pretendiendo descansar un poco. Dejo que Queen invada mis oídos mientras cierro mis ojos haciendo el intento de ignorar a Lucas durante las cuatro horas de viaje.

●●●

Despierto cuando el auto se detiene en un barrio de calles adoquinadas.

—Llegamos—avisa el hombre a mi lado saliendo del auto primero.

Me acomodo un poco el cabello y me coloco el saco por el intenso frío para luego seguir a mi guardaespaldas.

Nunca había venido a Manchester y la curiosidad me pica por recorrerla porque dicen que la ciudad es preciosa. Miro a mi alrededor y noto que es un barrio tranquilo, con pocas personas transitando. A mi costado hay un mercado, observo una farmacia frente y casas pequeñas pegadas una al lado de las otras.

Dejo que Lucas cargue mi maleta y sin decirme nada comienza a caminar llevándome hacia su hogar que quedaba a dos pasos de donde dejamos el auto.

Utiliza una llave para abrir y me hace una señal con la cabeza para que entre primero. La casa es pequeña, de dos pisos y de color azul. Es sencilla comparada con la mía pero se ve acogedora como una casa de muñecas.

—Bienvenidos.

Un señor algo mayor sale de una de las habitaciones de la casa, nos sonríe y abraza a Lucas que para mi sorpresa este le corresponde de forma sutil. Debe tratarse de su padre, recuerdo vagamente que su hoja de vida plasmaba que vivía con él pero...¿y su madre?. Nunca la menciona. Miro a todos lados, al parecer no hay nadie más en casa.

—¿Usted debe ser la señora o señorita...?—duda y niego sonriendo.

—La señora es mi madre. Solo llámeme Jade.

Le ofrezco la mano que inmediatamente estrecha. De cerca lo detallo más, tiene el tamaño, el cabello y los ojos iguales a su hijo.

—Lewis Walsh—se presenta—Estoy muy agradecido con su familia por haberle dado el empleo de chófer a mi hijo.

DestructivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora